1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Aquisgrán - Retrato de la ciudad

14 de diciembre de 2010

Muchas personas acuden a los balnearios de Aquisgrán, cuyas fuentes termales dieron nombre a la ciudad. La universidad y el magnetismo turístico son los que le dan vida a esta urbe en el extremo oeste de Alemania.

https://p.dw.com/p/O5Ws
Panorama de la catedral y el ayuntamiento.Imagen: picture-alliance/dpa

Con aproximadamente 257.000 habitantes, Aquisgrán es la urbe ubicada más al oeste de Alemania, a sólo un paso de Bélgica y Holanda. Su historia se remonta a la Edad de Piedra y en pleno centro de la ciudad se alzan todavía antiquísimos edificios, vestigios de la época romana que debieron ser restaurados tras la Segunda Guerra Mundial. Pequeñas callejuelas, casas torcidas, numerosas cafeterías y pequeñas tiendas se codean con imponentes edificios como el del ayuntamiento y la catedral.

Ahha, Aqua, Aquisgrán

Como palabra, Aquisgrán viene o de la voz germánica “ahha” o de la latina “aqua”, que tienen un significado común: agua. Las fuentes termales de Aquisgrán, valoradas igualmente por francos y romanos, terminaron por dar nombre al lugar. Se dice que Carlomagno se sintió tan a gusto en la ciudad tras bañarse en sus fuentes curativas, que la declaró su palatinado predilecto y la ennobleció con una catedral.

Recia catedral

La Catedral de Aquisgrán, que es el símbolo de la ciudad, data del período carolingio y se distingue por su singular cúpula octogonal. Su interior resplandece con fascinantes tonalidades doradas. La catedral de Aquisgrán y sus tesoros han sido declarados por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El pulgar del diablo en la cabeza del león

En algún momento, durante la construcción de la catedral, a Carlomagno se le habrían agotado los recursos para financiarla. Su salvación: un pacto con el demonio. El diablo habría accedido a costear las onerosas obras y exigido a cambio el alma de la primera criatura que entrara a la catedral una vez estuviera terminada. Antes de inaugurar el templo, los habitantes de Aquisgrán hicieron que un lobo entrara a la casa de Dios, con la esperanza de que Satanás se diera por satisfecho con el alma del animal. Pero tal fue su enojo que, al abandonar la catedral con un portazo, uno de sus dedos quedó enganchado en el tirador. Aún hoy puede verse el pulgar del diablo en el tirador con cabeza de león.

Ayuntamiento histórico

Con su marcado estilo neogótico –el último, luego de varias transformaciones, el ayuntamiento de Aquisgrán es uno de los edificios más impresionantes de la ciudad. Allí se dan cita una vez al año personalidades de prestigio internacional en la Sala de la Coronación del ayuntamiento, donde se entrega desde 1950 el Premio Carlomagno, bautizado en honor al emperador que muchos consideran el primer unificador del Viejo Continente y otorgado para recompensar las contribuciones a la unidad europea. Entre los galardonados están no solamente personas de la talla de Angela Merkel o Frère Roger, sino también una moneda: el euro.

De las primeras en tecnología

Aquisgrán no es sólo una ciudad turística, sino también un importante polo tecnológico e industrial en Alemania; el rol que juega en la región como centro de fabricación de maquinaria, automatización, tecnología láser y ambiental es difícil de cuantificar. Muchas empresas, sobre todo las de la industria automotriz, colaboran estrechamente con la Escuela Técnica Superior de Renania-Westfalia (RWTH), la Universidad de Aquisgrán.

Autor: Anna Grabowski

Editor: Rosa Macías Reyes