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Ana Frank, más vigente que nunca

24 de septiembre de 2003

Con un llamado de alerta ante la xenofobia y el antisemitismo en los albores del siglo XXI, se inauguró en Fráncfort una exposición interactiva sobre Ana Frank, que intenta tender puentes de reflexión para la juventud.

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Ana Frank, "una niña de Alemania".Imagen: AP

Uno de cada cinco alemanes considera que los judíos tienen "demasiada influencia" en la sociedad germana. Es el resultado de una encuesta realizada en el año 2000. La xenofobia y el antisemitismo no son fenómenos erradicados. Los ataques contra objetivos judíos perpetrados en los últimos tiempos demuestran que las lecciones del Holocausto deben ser transmitidas a cada nueva generación. "El trabajo contra el olvido y el intento de soslayar los inhumanos crímenes de los nacional socialistas es hoy más importante que nunca", subrayó la ministra alemana de la Familia, Renate Schmidt, al inaugurar una exposición permanente sobre Ana Frank. Y ése es precisamente el objetivo de la muestra interactiva abierta en Fráncfort, dedicada a la niña judía que nos legó en su diario de vida uno de los más estremecedores testimonios de la persecución nazi.

"Una niña de Alemania"

Con un concepto multimedial, la exposición combina el recuerdo de Ana Frank con interrogantes plenamente vigentes en nuestros días, como: ¿Por qué hay actualmente gente que es víctima de persecución? O ¿existen guerras justas? La intención es dar qué pensar, principalmente a los niños y jóvenes. No se trata, por lo tanto, de una exhibición convencional, sino más bien de un "lugar donde aprender", como lo indican sus organizadores.

"Ana Frank, una niña de Alemania" es el título de esta presentación, en cuya sala sin ventanas puede apreciarse de entrada la sensación de encierro y peligro. Todo está concebido para transmitir al visitante el ambiente en que se desarrolló la estadía de la joven judía y su familia en su escondite en Amsterdam desde 1942 hasta que fue descubierta, deportada y asesinada por los nazis en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Por ejemplo, en el recinto hay un receptor de radio de la década del 40, en el que se pueden escuchar discursos históricos o programas auténticos de la BBC del tiempo de la II Guerra Mundial

Mirada al futuro

La pieza central de la muestra es, desde luego, el diario de Ana Frank. Una copia del original se encuentra bajo una cubierta de vidrio en una mesa giratoria, que sirve además de pantalla táctil. Mediante la computadora se puede acceder a proyecciones y películas que abordan tres niveles temáticos: la vida de Ana en su escondite, el entorno histórico del período nazi y el significado actual del pensamiento de la niña.

"Para entusiasmar a la juventud con una exposición, deben tratarse temas relacionados con el futuro; el pasado sólo sirve como soporte", señala Gilles Piot, el encargado del montaje de la muestra. Por eso también se discute sobre asuntos como la guerra contra Irak o la Love Parade, que convoca anualmente a los amantes de la música techno a Berlín para dar rienda suelta públicamente a su forma de sentir la vida. Un privilegio que no tuvieron ni remotamente los jóvenes alemanes del tiempo de Ana Frank, menos si se trataba de judíos que, como ella, fueron víctimas de la demencia ideológica nazi.