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Giro nuclear imprevisible

15 de junio de 2011

La negativa de Italia y de otros países europeos a proseguir utilizando la energía nuclear, así como la grave crisis financiera que afecta a Grecia son temas de editorialistas europeos.

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Protestas anti-atómicas en Alemania.
Protestas anti-atómicas en Alemania.Imagen: picture alliance/dpa


Nord Eclair
, de Roubaix: “Más de un 90 por ciento de italianos se manifestaron en contra de la construcción de nuevas centrales nucleares. Alemania, así como Suiza, decidieron simplemente renunciar por completo a la producción de energía atómica, y los japoneses quieren abandonarla progresivamente. (…) Se trata de un giro brutal cuyas consecuencias no pueden preverse. Hace poco menos de un año, la energía atómica estaba en boga, y Francia –de acuerdo con su tamaño el país con mayor porcentaje de electricidad producida por centrales nucleares- vio en ese nuevo entusiasmo por la energía atómica una oportunidad para sus exportaciones. (…) Entretanto, con la catástrofe que asoló a Japón, terremotos, un tsunami y el desastre nuclear en Fukushima, se comprobó la incapacidad de la operadora japonesa Tepco para solucionar los problemas y minimizar los daños provocados por la ira de la naturaleza.”

“Entierro de planes nucleares”

Neues Deutschland, de Berlín: “Italia seguirá libre de energía atómica. Así lo decidió la mayoría de los italianos, al igual que muchos otros europeos a los que sus gobiernos no consultan al respecto. De ese modo, el supuesto renacimiento de la energía nuclear ha sufrido otra derrota. Alemania y Suiza decidieron abandonarla y hay otros países europeos que han congelado sus planes de ampliarla. Entretanto, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se siente aislado internacionalmente en su posición en pro de la energía nuclear. Recientemente, la catástrofe de Fukushima hizo visibles los riesgos de seguridad que comporta la tecnología nuclear. Y también por motivos económicos, muchos Estados enterrarán definitivamente sus planes de ampliar la industria atómica.”

Grecia: “Paradójicos planes de ahorro”

L'Eclair des Pyrénées, de Pau: “Se nota a las claras que Grecia no está en condiciones de devolver al mercado internacional los 350 mil millones de euros que debe a los bancos, a las aseguradoras y a los fondos de inversión, que hace décadas prestan dinero al Gobierno de Atenas. Por no hablar de los 110 mil millones de euros que puso a disposición la Unión Europea en vista de la crisis financiera griega. ¿Cómo podrá un país sumido en la recesión reunir los medios necesarios como para pagar sus deudas? Esa es la paradoja de las medidas de ahorro a las que se somete a los países altamente endeudados, ya que esos planes aniquilan el crecimiento, que es el único remedio efectivo para contrarrestar el sobreendeudamiento.”

“Al final paga el contribuyente alemán”

Leipziger Volkszeitung, de Leipzig: “Grecia es un paciente en terapia intensiva, y los ministros de la eurozona no saben exactamente cuál es la medicina que deben prescribirle. El punto de inflexión de las actuales conversaciones es la cuestión acerca de la magnitud de la responsabilidad que debe y puede asignarse en la crisis a los bancos y las aseguradoras. Sobre todo Alemania –el país que más dinero pone a disposición- abre este planteo con la intención de tranquilizar al electorado para los próximos comicios. El problema es que si se prolongan nuevamente los plazos de pago de los bonos públicos griegos –como lo propone el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble- al final será el contribuyente alemán quien cargue con los costos.”

“Terquedad de Alemania”

El País, de Madrid: “Parece inconcebible que Alemania insista en una quita obligada. Su terquedad en este punto indica bien a las claras que el equipo de Gobierno de Merkel ha perdido el sentido de la realidad. No es necesario insistir en el tópico de atribuir la intransigencia alemana a los costes electorales. Incluso contando con el coste de los votos, Merkel y su ministro de Economía, Wolfgang Schäuble, tienen que admitir que el juego de la reticencia, el aplazamiento y el pulso permanente a la realidad es muy peligroso. Porque ese juego deteriora poco a poco la credibilidad financiera de otros países que cuentan en los mercados. Como por ejemplo, España. (…) Es urgente que las autoridades alemanas (y Bruselas) recapaciten y entiendan que el modelo vigente de rescates ha fracasado. Grecia necesita otro plan de ayuda no solo porque sus cuentas públicas sean desastrosas y porque proliferen los fraudes a la seguridad social, sino porque los préstamos concedidos son onerosos, las exigencias de ajuste pesadas y los plazos de reducción del déficit perentorios. Los planes de rescate deben permitir también la recuperación. En caso contrario, los países periféricos del euro están condenados a una crisis financiera perpetua.

CP/dpa
Editor: Enrique López Magallón