Durante las dos últimas décadas, la cuota de mercado de los grandes almacenes en Alemania se ha ido reduciendo, en particular para Karstadt, cuyas 83 filiales parecen no atraer a la clientela. La tradicional casa comercial vuelve a estar a las puertas de la catástrofe: según su director administrativo, una de cada cuatro filiales tendrá que cerrar sus puertas.