Quien revela información propia en Internet puede estar seguro de que alguien almacenará sus datos para venderlos. Entonces, ¿por qué no hacerlo nosotros mismos y sacar beneficios? La empresa alemana Data Fairplay da a los consumidores la oportunidad de controlar la venta de sus datos. ¿Una idea justa... o una proposición arriesgada?