El nuevo espíritu empresarial en Cuba
Los pequeños empresarios independientes en Cuba son la cara del cambio. Desde el 2011, el gobierno modificó el marco legal para 200 profesiones. Su mensaje: el socialismo cubano tiene capacidad reformadora.
La vendedora de joyas
En un puesto diminuto, Rella vende aretes, brazaletes y anillos. Antes, trabajaba de vendedora en una empresa estatal. Su propio negocio va bien, dice con su típico optimismo cubano. Sus clientes son exclusivamente cubanos, los turistas aún no compran sus joyas.
El peluquero más famoso de La Habana
Desde hace 15 años, Papito es empresario independiente. Su peluquería parece un museo. “Empecé a trabajar con una silla de peluquería y cuando tenía mucho cabello”, dice Papito. “Hoy en día, tengo muchas sillas, pero ya casi no tengo cabello”. El empresario, de 45 años, dirige una escuela de peluquería en su barrio.
El doctor de celulares
A través de videos en Internet, Juan aprendió a reparar celulares viejos. La instalación de una nueva bocina cuesta 40 pesos, cerca de 1,20 euros. A veces, la búsqueda de una pieza de repuesto cuesta más trabajo que la reparación. Su negocio no va muy bien: en un país, en el que el salario promedio es de 15 euros, la demanda de celulares no es muy alta.
Diseñadora y sastre
Estrella pretende “cubanizar” la moda internacional. Las tendencias las dictan las series de televisión estadounidenses y los turistas. Puesto que no es fácil conseguir telas de calidad en la isla caribeña, Estrella las encarga en el extranjero. Su moda no es barata, pero sus clientes de la clase alta tienen el dinero suficiente para pagarla.
Un general al servicio del amor
El exgeneral cubano Angel Bueno trabaja al servicio del amor. Su casa de citas en La Habana ofrece privacidad a parejas jóvenes. Por la escasez de viviendas, incluso muchas parejas fijas no pueden vivir juntas. La renta de un cuarto cuesta 120 pesos, unos 3,60 euros, por tres horas.
Empresario sobre ruedas
Los taxistas con coches antiguos son los empresarios independientes más visibles de La Habana. Desde hace años, trabajan por cuenta propia, transportando a turistas en sus elegantes automóviles.
Negocio sabroso
El ingeniero mecánico Carlos es un especialista en ajo. El joven empresario, de 29 años, invirtió cerca de 1.500 euros en la construcción de una prensa de ajo. Una buena idea en un país en el que se consume mucho este condimento.
De maestro de arte a vendedor de zapatos
El vendedor de zapatos Marichán estudió y quiso ser maestro de arte. No obstante, el salario de un maestro es muy bajo. Por ello, desde hace 20 años trabaja en el negocio de zapatos. El estado recibe un diez por ciento de sus ingresos.
Principio de rendimiento
Daila solía vender ropa de México o Italia. En enero de 2014, el gobierno prohibió la venta de ropa importada y la joven, de 19 años, se quedó sin trabajo. Ahora, vende discos compactos. Su salario fijo es de dos CUC, lo que equivale a 1,45 euros. Por cada 15 discos que vende recibe otro CUC.
Fruta del panadero
Desde hace seis meses, el expanadero Alejandro vende fruta en un puesto callejero. Como vendedor independiente puede quedarse con el 15 por ciento de los ingresos.