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El tesoro de los nibelungos

Marie Todeskino/Peter Eßer 14 de agosto de 2013

Toneladas de oro sumergidas en el Rin: el tesoro de los nibelungos es el más famoso de la historia alemana. Hasta hoy es una fuente de inspiración para artistas y literatos. Pero, ¿habrá algo de verdad en la leyenda?

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Imagen: Wikipedia/gemeinfrei

144 vagones cargados de oro. Para apoderarse de este tesoro que proviene del misterioso rey Nibelungo, Hagen de Tronje -un caballero de la corte del Rey Gunter de Borgoña-, asesina a Sigfrido, héroe y vencedor del dragón. Según el Cantar del Nibelungo, el primer poema épico alemán, Hagen esconde el oro en el Rin.

Sangre de dragón, Sigfrido, traición

A principios del siglo XIII, un autor desconocido escribió el relato. Pero el Cantar del Nibelungo no es solo una saga con elementos fantásticos como dragones y capas de invisibilidad. Contiene un núcleo histórico, el ocaso de los reyes borgoñones a principios del siglo V. Algunos personajes, por ejemplo el rey Gunter, existieron de verdad.

¿Entonces es posible que exista el tesoro también? Es un sueño de los buscadores de tesoros. También el arquitecto Hans Jörg Jacobi, de Maguncia, se dedicó durante 40 años a buscar con su padre el lugar de escondite. No son las riquezas las que lo atraen, sino el misterio literario detrás de la leyenda: “Es una de las pocas aventuras posibles hoy en día”, explica. El Cantar del Nibelungo contiene solo una frase que hace referencia al lugar donde el oro fue lanzado al río.

Desde 40 años en búsqueda del tesoro: arquitecto Hans Jörg Jacobi
Desde 40 años en búsqueda del tesoro: arquitecto Hans Jörg JacobiImagen: privat

El hueco profundo

Jacobi piensa haber encontrado ese sitio en un mapa antiguo: “(El texto) se refiere al nombre de un pueblo, Lochheim, que ya no existe.” Lochheim estaba donde todavía hoy en día el Rin tiene su punto más profundo. Además, está a solo 20 kilómetros de Worms, la ciudad de los borgoñones. “El río cambió su cauce a lo largo de los siglos. Por eso, el tesoro podría estar bajo la tierra en vez de en el agua”, supone Jacobi.

Worms: una estatua de Hagen lanzando el oro al Rin.
Worms: una estatua de Hagen lanzando el oro al Rin.Imagen: Wikipedia/EPei - sa

En los años 70, él y su padre realizaron excavaciones donde suponían el tesoro nibelungo, pero a diez metros de profundidad encontraron mármol en vez de oro. Las búsquedas de buceadores en el Rin tampoco dieron resultados. Pero Hans Jörg Jacobi no quiere darse por vencido: “Quiero probar que es verdad el Cantar del Nibelungo”.

La profesora de germanística Anna Mühlherr, de la Universidad de Tubingia.
La profesora de germanística Anna Mühlherr, de la Universidad de Tubingia.Imagen: Gerd Jung

El tesoro no se puede tocar

Tampoco la profesora de germanística Anna Mühlherr, de la Universidad Tubingia, cree que el tesoro nibelungo sea solo un cuento, pero añade: “yo tampoco diría que se trata de una realidad historia.” Para ella, el tesoro es un elemento literario que representa el ascenso y la caída de dinastías. También otros cuentos medievales se sirven de esa imagen. La intención es decirle a la gete que "es mejor que los tesoros no se toquen”, dice. El sentido figurado: no se debe cuestionar el poder del rey. ¿Es ese el fin de la historia?

Obviamente no lo es. El tesoro se volvió un mito de la historia de Alemania. Durante siglos, el poema permaneció en el olvido. En 1755 se descubrió una versión escrita a mano. Desde entonces, artistas y literatos lo estilizaron como epopeya nacional.

Una versión escrita a mano del Cantar del nibelungo.
Una versión escrita a mano del Cantar del nibelungo.Imagen: picture-alliance/dpa

“Más interesante que el primer alunizaje”

Mientras tanto, la búsqueda del tesoro continúa. Aparte de Lochheim, circulan otros lugares posibles como un campo en Rheinbach, en Renania del Norte-Westfalia. Pero ahí tampoco se encontró nada. “No importa”, dice Anna Mühlherr, “también la parte imaginaria de la historia pertenece a la cultura.” Y al fin y al cabo, no es del todo imposible que algún día se saquen toneladas de oro del Rin. Para Hans Jörg Jacobi, sería un acontecimiento “más interesante que el primer alunizaje.”

Autor: Marie Todeskino/Peter Eßer
Editora: Emilia Rojas