Figura Nacional y persona non grata
16 de noviembre de 2012
El Michel alemán, “der Deutsche Michel”, es un personaje nacional extraño y definitivamente poco sublime. “De hecho es lelo, inofensivo y un personaje aburguesado”, dice el historiador Ulrich Op de Hipt. En la Casa de la Historia en la ciudad de Bonn, uno de los mayores museos históricos de Alemania, este especialista en caricaturas se ha dedicado de lleno a la representación visual del Michel alemán. “Cuando estábamos preparando una exposición sobre caricaturas, investigamos la imagen que se tiene de Alemania en Europa, en Asia y Estados Unidos, entre otros. El resultado fue que “el Michel alemán” es casi un desconocido”. No es un hallazgo que sorprenda realmente al historiador Op de Hipt, ya que “la figura nacional de los alemanes personifica, a diferencia de la francesa Marianne o el tío Sam estadounidense, en primera línea el concepto que los alemanes tienen sobre sí mismos.”
Un hombre pequeño
De hecho, los alemanes hasta la actualidad no saben de dónde procede "el Michel". A decir verdad, muchas teorías han intentado desde hace siglos descifrar su origen, pero hasta ahora ninguna ha logrado convencer. Cierto es que la figura del Michel se nombra por primera vez en un refrán alemán del siglo XVI. Incluso en aquella época, dicho personaje no tenía una imagen muy halagüeña. Si los documentos son fidedignos, el Michel de la Edad Media es un personaje torpe y, en el fondo, un símbolo de campesino simple e inculto. Con el transcurso de los siglos, su carácter vivió varias transformaciones. Al final perduró la imagen que tuvo desde el comienzo: el hombre pequeño, una persona que no tiene poder y, por lo tanto, es inofensivo. También por eso, su característica más importante es la gorra, una mezcla entre una gorra de enano y una de dormir.
La imagen propia: una gorra alargada
La propia imagen somnolienta y con gorro de enano de los alemanes se contradice con las experiencias que el mundo tuvo con Alemania, ya que en las guerras del siglo XX, incluyendo el Holocausto, los alemanes mostraron otra faceta. “Por eso, el Michel alemán, al contrario que el tío Sam o Marianne, no se hizo popular en el extranjero, ya que no encaja con la Alemania agresiva que tuvo que conocer el mundo”, dice el historiador. Los nazis tenían desde luego grandes problemas con el Michel. “Debido a la obsesión de Hitler por la raza del superhombre alemán, la figura nacional del Michel era, por su debilidad, una persona non grata, una no persona." Tras la caída del nazismo alemán, el Michel volvió a renacer. Este ingenuo hombrecillo con gorra de enano goza de buena fama, sobre todo, entre los caricaturistas alemanes.