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En una escuela secundaria de Renania del Norte-Westfalia se usa ya el libro escolar electrónico. Facilita la comunicación entre profesores, alumnos y padres. Con el programa, los padres pueden monitorizar desde casa los contenidos lectivos y las actividades escolares. Eso sí, solo tienen acceso a los retrasos o las faltas que comenten sus propios hijos. Para los profesores, agiliza los procesos, permitiendo enviar informaciones a los padres con un solo clic. Pero al mismo tiempo, los alumnos pierden algo de independencia.