Faltan mujeres en el cine

En la primera cita del festival, en 1987 en la ciudad de Dortmund, Silke J. Räbiger ya estaba ahí. Desde ese entonces mucho ha cambiado: los festivales de cine femenino se han vuelto más profesionales, menos feministas y permiten la asistencia al público masculino. Entretanto, Räbiger es directora artística del más grande de los festivales de este tipo en Alemania: el de Colonia.

Deutsche Welle: ¿Se puede decir que la industria del cine es un ramo machista?

Silke J. Räbiger: Sí, buena parte de él está bajo dominio masculino, aunque sí hay muchas mujeres guionistas. Quizá se deba a que es una actividad que se puede ejercer desde la casa y con flexibilidad temporal. Sin embargo, tenemos muy pocas mujeres en fotografía y escasas en la iluminación. En sonido y en edición hay unas pocas. Esto era antes un dominio femenino, pero desde que se implantó la tecnología digital hay más hombres.

¿Por qué le es importante que aumente la presencia femenina en este campo?

Porque de lo contrario falta algo, artísticamente falta algo si la otra mitad de la humanidad no muestra en el cine su imagen del mundo.

¿En qué se diferencian las películas masculinas de las femeninas?

Creo que las mujeres escogen con mayor frecuencia a otras mujeres como protagonistas de sus películas. Eso no significa que los hombres no sepan poner maravillosamente en escena a las mujeres o la perspectiva femenina. Pero es un hecho que las mujeres escogen con mayor frecuencia a otras mujeres para papeles protagónicos.

Es un juego muy popular: uno analiza la Berlinale y los Óscar y cuenta las mujeres que en las películas hayan intercambiado más de tres frases en las que no se trate de hombres, hijos o cocina. Son muy pocos.

Hay otra dimensión también. No se trata sólo de la diferencia biológica entre hombres y mujeres, sino siempre de roles adjudicados por la sociedad. Se ven pocas producciones que provengan del lado feminista o del LGBT (lésbico, gay, bisexual y transexual). Tienen un idioma cinematográfico, connotaciones muy suyas, imágenes propias. Todo esto se pierde en el mainstream y en el cine convencional. Intentamos que estén presentes en nuestro festival y ponerlos otra vez a discusión.

Desde la primera edición del Festival de Cine Femenino en 1984 en Colonia han cambiado muchas cosas en la sociedad. Sin embargo, todavía es necesario hacer un festival femenino. ¿Es necesario, de verdad?

Sí, lamentablemente es necesario. Cuando lo pusimos en marcha, pensamos que con el tiempo iba a desaparecer. Pero no ha sucedido, porque en el fondo no ha cambiado nada. No se puede decir que en la sociedad no haya habido cambios, tenemos más mujeres estudiando en las universidades en los campos más diversos. Pero, luego, en el mundo del trabajo no las encontramos.

Autora: Laura Döing (mb)
Editor: Enrique López