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El cine en la RDA: fábrica de sueños tras el Telón de Acero

Luna Bolívar Manaut7 de septiembre de 2007

Son un pedazo de historia y la cara desconocida del cine germano. 1.770 películas rodadas en la República Democrática Alemana y 5.800 documentales con sello del “este”, como el que inmortalizó el golpe de Estado chileno.

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"Solo Sunny", Konrad Wolf, 1980: un "road movie" de la RDA.Imagen: Progress Film-Verleih/ Foto : Dieter Lück

Algunos filmes destacan por su valor histórico, como Los asesinos están entre nosotros. Otros gozaron en su día de reconocimiento internacional, como Solo Sunny, galardonada en la Berlinale de 1980 con el Premio de la Crítica y el Oso de Plata a la mejor actriz para Renate Krößner. Un inmenso archivo documental esconde tesoros que han dado la vuelta al mundo, como las imágenes del bombardeo de La Moneda chilena por las fuerzas pinochetistas en 1973.

Muchas de estas películas, grandes éxitos en el este, pasaron sin gran pena ni gloria por el devenir de la mitad occidental del planeta. La distribuidora Progress y la Fundación DEFA se esfuerzan hoy por dar a conocer 48 años de cine, apoyadas por el renacer de la temática RDA. Largometrajes como la melancólica comedia Good bye Lenin! (2003), dirigida por Wolfgang Becker, o el portador de un Óscar La vida de los otros (2006), de Florian Henckel von Donnersmarck, están despertando no sólo en Alemania sino a nivel internacional el interés por lo rodado al otro lado del Muro.

La primera película de posguerra

Die Mörder sind unter uns
"Los asesinos están entre nosotros", Wolfgang Staudte, 1946/47.

Berlín, 1945. La II Guerra Mundial ha terminado. La capital alemana no es sólo una ciudad en ruinas: es zona ocupada. En uno de los sectores que la dividen, el soviético, la industria cinematográfica empieza a funcionar. El 17 de mayo de 1946 nace la productora fílmica DEFA y cinco meses después se estrena Los asesinos están entre nosotros, dirigida por Wolfgang Staudte, la primera película de una todavía inexistente República Democrática Alemana, que se fundará en 1949, y de una Alemania aún no marcada por el Muro, que hará acto de presencia en 1961.

“Los rusos fueron los primeros en darse cuenta de la importancia del cine en la democratización, la educación de la población y su entretenimiento”, explica a DW-WORLD Christel Jansen, de la distribuidora Progress, la empresa que desde 1950 gestiona la producción fílmica de la RDA, “la primera licencia para la producción de películas en Alemania tras el conflicto la otorgaron los soviéticos, y ésta fue a parar por supuesto a los estudios que se encontraban en su zona de ocupación: en Babelsberg, Potsdam, donde Marlene Dietrich se hizo famosa.“

Die Mörder sind unter uns
"Los asesinos están entre nosotros", la primera película de la DEFA.

Finalizada la Gran Guerra, los alemanes iniciaban su propia batalla: enfrentarse a la tragedia del nacionalsocialismo. La temática que afecta por igual a los directores del este y del oeste, y deja su huella en obras como Los asesinos están entre nosotros.

Los asesinos están entre nosotros es una de las películas más famosas de la DEFA. Es el primer filme que se rodó en Alemania tras la II Guerra Mundial, con una fascinante Renate Krößner en el papel principal”, cuenta Jansen.

Cine a la sombra del comunismo

Superada la primera etapa de la posguerra, las producciones abandonarán su fijación por el conflicto mundial para volcarse en guiones que tratan los problemas sociales de modo indirecto, camuflados en historias sobre la vida en la RDA, la búsqueda de la felicidad personal o el gran amor. En la Alemania de sistema comunista, la libertad de expresión no existe y la cultura le debe obediencia al Partido.

Berlin – Ecke Schönhauser
"Berli, Ecke Schönhauser", Gerhard Klein, 1957: rebeldes con sueños.Imagen: Progress Film-Verleih/ Foto Holstein, Schneider

Así, nacerán Berlin- Ecke Schönhauser (1957), dirigida por Gerhard Klein antes de que cayera el Telón de Acero, un filme en el que jóvenes rebeldes del Berlín del este luchan contra la tristeza de su vida diaria, y años después mitos como La leyenda de Paul y Paula (Heiner Carow, 1973), Solo Sunny (Konrad Wolf, 1980), y otras muchas películas más.

Die Legende von Paul und Paula
"La leyenda de Paul y Paula", Heiner Carow, 1973: bella historia de amor.Imagen: Progress Film-Verleih/ Manfred Damm

La leyenda de Paul y Paula es la historia de amor más hermosa de la DEFA”, dice Jansen, y continúa: “La Sunny de Solo Sunny es una cantante que se resiste a someterse. Toda la película es un grito por la libertad, por el derecho a buscar y a encontrar la felicidad personal. Al rodar Solo Sunny, Konrad Wolf se coloca del lado de los críticos con el régimen.”

Como en cualquier otra “fábrica de sueños”, los estudios de la DEFA cultivaron todos los géneros: del romántico al policial, del drama a la ciencia ficción e incluso la sátira logró a veces esquivar a la censura. Y sin embargo, la historia de la DEFA es la historia de un sin fin de filmes prohibidos y versiones inaceptadas, hoy accesibles en los archivos de Progress a todo el que quiera saber lo que el SED, el Partido Socialista Unificado de Alemania, consideró “no apto” para su público.

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Im Feuer bestanden
El bombardeo de La Moneda inmortalizado en "Im Feuer bestanden".Imagen: Progress Film-Verleih

Tesoros en los archivos fílmicos

Pero no todo en la DEFA fue lucha contra la “nomenklatura". Como país comunista, la RDA concedió a sus directores enormes facilidades para que eternizasen con sus cámaras las experiencias socialistas en otras partes del mundo. Walter Heynowski y Gerhard Scheumann documentaron “la vía chilena hacia el socialismo” de Salvador Allende, y el 11 de septiembre de 1973 pudieron presenciar un momento único: el ataque a la La Moneda, el palacio presidencial chileno, durante el golpe de Estado del general Augusto Pinochet.

“Documentales de este tipo no son sólo un ejemplo de la producción fílmica en la antigua RDA, sino que contienen un trozo de la historia de Chile. Son grabaciones únicas, que incluyen entrevistas con los responsables del golpe, con las víctimas, imágenes del 11 de septiembre y otras tomadas después en el campo de concentración de Pisagua”, comenta Jansen.

Blutsbrüder
"Hermanos de sangre": filme del oeste rodado en el este.Imagen: Progress Film-Verleih

Más perlas que nunca vivieron la ira de los censores se amontonan en el archivo de Progress. “Mucha gente no sabe que en la RDA también se rodaron películas del oeste, de indios y cowboys, filmes cuyo valor no es el mensaje político sino el entretenimiento y que tuvieron un éxito enorme en su momento y todavía hoy son muy demandados”, dice Jansen. “Lo mismo sucede con las películas de ciencia ficción, raíces de este género, con decorados de reconocible cartón-piedra y un vestuario que hoy nos resulta increíble”.

Cine vivo para interesados

En 1994, cinco años después de que cayera el Muro de Berlín y cuatro de la reunificación de Alemania, la DEFA produjo su última película: Novalis, la flor azul, dirigida por Herwing Kipping. La sicodélica historia de un amor imposible puso punto y final a las “películas del este alemán”. La DEFA dejó de existir. De su legado se ocupa desde 1998 la Fundación DEFA.

Galerie Berlinale 2004 Good Bye, Lenin
"Good bye Lenin!", 2003: la gran pantalla alemana tematiza la RDA.Imagen: AP

Quien no interrumpió su trabajo con la nueva situación política fue la distribuidora Progress. Ella manejó en exclusiva de los derechos de los filmes en el paréntesis entre 1994 y 1998, y se preocupa de asegurar hoy que el mundo del cine en la RDA no caiga en el olvido, además de gestionar las licencias de 4.000 películas extranjeras sincronizadas en la Alemania del este.

Embajadas alemanas, Institutos Goethe, festivales de cine, canales culturales en televisión y, sobre todo, los DVD son los lugares predilectos en los que se encontrar hoy las películas de la RDA. Su distribución no es más difícil que la de otros filmes de su misma edad, asegura Jansen, y quien se interesa, da con ellos. “Es un cine que está muy vivo”, asegura Jansen.