El "arroz de los Andes", en Alemania

La quinoa es un producto especial. Visualmente, se parece al arroz, pero su sabor es más fuerte, agridulce, que recuerda incluso a los frutos secos. Su cultivo se lleva a cabo en los Andes bolivianos, peruanos, ecuatorianos y chilenos desde hace miles de años, y de forma natural solo puede crecer allí, hasta a 4000 metros de altitud, lo que lo hace todavía más raro y exótico.

Pero esto no es lo único que hace de la quinoa un producto valioso. Su alto contenido nutricional ha sido reconocido hasta por la NASA, llegando a considerarse “comida de astronautas”, ya que solo con quinoa se puede llevar una dieta equilibrada y completa durante largos periodos de tiempo. Esto la hace asimismo ideal como complemento en una dieta vegetariana. Este año, las Naciones Unidas realzarán el valor de este producto con el lema “un futuro sembrado hace miles de años”.

Un producto con futuro

Alexis Rojas, chef chileno residente en Hamburgo, utiliza mucho la quinoa en sus recetas, que después muestra a cocineros alemanes en sus cursos de cocina. “La quinoa se ha dado a conocer mucho en los últimos dos años. Es un producto que no solo se puede emplear en platos salados, sino que se puede combinar también con elementos dulces: panqueques, galletas… Tiene un volumen de posibilidades que no está agotado todavía, se puede sacar mucho más de ella.”

Rojas afirma que no tiene problema para encontrar quinoa en Alemania, aunque eso sí, en tiendas especializadas. La demanda de quinoa ha aumentado exponencialmente en los últimos años; muchos restaurantes de alto nivel la han descubierto, al igual que sus clientes, y ya no es tan extraño verla en menús y supermercados.

Esto ha hecho que el precio del producto haya subido mucho. Tanto, que los propios productores nativos tienen ya problemas para poder consumirla. “La demanda es grande, y la cantidad de quinoa que se produce no puede aumentar en un par de años”, explica Rojas. “Se necesita una serie de reformas agrarias para poder cosechar quinoa y mantenerla a bajo precio con esta demanda. En Alemania, para poder comer un buen plato de quinoa hay que pagar de 15 a 20 euros ahora mismo.”

Complemento ideal en la cocina alemana

A Alexis Rojas le gusta combinar productos sudamericanos con la cocina alemana, reinventando incluso recetas clásicas. Es el caso del postre Reis Trauttmannsdorf, un postre de arroz con leche llamado así en honor a un político y diplomático austríaco de los siglos XVIII-XIX que debía de tener debilidad por el arroz con leche. Seguramente le hubiera gustado probar la alternativa propuesta por Alexis Rojas: Reis Trauttmannsdorf con quinoa.

Reis Trauttmannsdorf con quinoa

Ingredientes

400 ml de leche
100 g de quinoa
4 sobres de gelatina
Vainilla fresca al gusto
150 ml de crema
80 g de azúcar

Preparación

Lavar bien la quinoa y dejar escurrir el agua para que pierda el sabor agrio.

Cocer la quinoa en la leche, junto con la crema, hasta que quede al dente, es decir, semicrujiente.

Apagar el fuego y dejar enfriar ligeramente. A continuación, añadir los sobres de gelatina, el azúcar y la vainilla fresca.

Poner en pequeñas formas o moldes, con la fruta que se prefiera por encima (uva, manzana o pera cortada en dados, etc.)

Poner en la nevera de 2 a 3 horas.

Finalmente, desmoldar el postre sobre un plato, y servir adornándolo con frutas.

Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editora: Claudia Herrera