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El apetitoso cuerno de rinoceronte

10 de junio de 2014

Vietnam se ha unido a China como principal consumidor de cuerno de rinoceronte, convirtiéndose en una pesadilla para ecologistas. Varias campañas intentan frenar este comercio ilegal aplacando la demanda.

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Imagen: Roberto Schmidt/AFP/Getty Images

Cuando los ricos y famosos de Vietnam se reúnen en una fiesta, siempre hay un ingrediente especial que usan para darle un “toque de gracia” a sus bebidas: cuerno de rinoceronte pulverizado. Cuando se mezcla con agua o con vino, se le llama “la bebida de los millonarios”, o la “droga para fiestas favorita”. El cuerno en cuestión no es nada barato: puede llegar a costar 65.000 dólares el kilo.

Invitar a una ronda de carísimas bebidas de rinoceronte a los amigos se considera cada vez más como algo “cool” entre consumidores que quieren alcanzar cierto estatus. Muchos bebedores también creen que esta bebida purifica el cuerpo de toxinas tras una noche de alcohol, y que ayuda a prevenir la resaca. “Sus consumidores comparten la creencia de que con ello están recibiendo la energía y poder del rinoceronte en cierto modo”, dice Rosaleen Duffy, profesora de estudios de desarrollo en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres.

Este tipo de creencias, junto con el aumento de la riqueza, supone un aumento en la demanda de cuernos de rinoceronte, según afirman los expertos. Además, se trata de un elemento usado en la medicina china tradicional, por lo que algunos nuevos ricos vietnamitas creen que el cuerno de rinoceronte puede curar cualquier tipo de enfermedad (hasta el cáncer), potenciar el deseo sexual de los hombres y mejorar la salud en general

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El mayor poder adquisitivo de la sociedad contribuye al aumento de la demanda de cuerno de rinoceronte, que ya en la medicina tradicional china tiene un papel importante.Imagen: CC 2.0/ukhomeoffice

Un informe de 2012 de TRAFFIC, un grupo británico que monitoriza el comercio internacional de animales salvajes, describió el fenómeno de “reventa de cuernos de rinoceronte: individuos que pululan por los hospitales de Vietnam en busca de pacientes terminales desesperados. No obstante, estudios científicos han demostrado que el cuerno de rinoceronte no tiene valor medicinal alguno y que, al igual que las uñas humanas, está compuesto puramente de queratina.

“La demanda de cuerno de rinoceronte se basa en la ignorancia y el orgullo”, dice Peter Knights, fundador de la ONG ecologista WildAid, con base en California. “Ignorancia sobre las consecuencias del consumo para los rinocerontes, y en muchos casos, orgullo por la muestra de riqueza que supone poder comprar un producto tan caro”.

“Alegaciones absurdas”

La emergencia de Vietnam como principal punto de comercio de cuerno de rinoceronte es algo bastante nuevo. En la última década, el país ha pasado de un mercado insignificante de cuerno de rinoceronte a ser el principal rival de China por el primer puesto mundial. Peter Knights dice que es parte de un patrón de países emergentes que invariablemente ven una oportunidad en la demanda de productos de animales salvajes conforme sus poblaciones se van enriqueciendo. Los ciudadanos acaudalados de las ciudades vietnamitas ya han desarrollado un apetito por este tipo de productos, como la bilis de oso, pieles o carne de determinadas serpientes que están acabando con las especies en los parques naturales nacionales.

Aún así, Knights admite que la sed de cuerno de rinoceronte pulverizado en Vietnam es un caso especial. “Se trata de un mercado que ha aparecido de la nada. Parece haber sido creado deliberadamente. Antes no se observaba un uso tradicional del cuerno de rinoceronte en Vietnam, así como por ejemplo sí que lo había en China”, añade. Knights culpa de ello a “bandas criminales y oportunistas” que buscan crear un mercado de rinoceronte simplemente inventándose alegaciones absurdas sobre los beneficios medicinales de sus cuernos. “Tenían un producto que lanzar, y algunas personas son lo suficientemente ingenuas como para creerse este tipo de historias”, dice Knights.

La creencia en estos supuestos efectos beneficiosos tiene efectos devastadores en la población de rinocerontes que todavía queda en el mundo. Aunque ya no hay rinocerontes salvajes en Vietnam, el apetito del país por sus cuernos ha llevado a una epidemia de caza furtiva de estos animales a miles de kilómetros de distancia, en Sudáfrica. Este país alberga el 80 por ciento de los rinocerontes del mundo, con un total de más de 20.000.En 2013, el peor año hasta el momento, el gobierno sudafricano registró unas cifras sin precedentes: que se sepa, 1.004 rinocerontes fueron víctimas de la caza furtiva, en comparación con los 13 ejemplares que se cazaron en 2007. Gran parte de la masacre se debe a la demanda de sus cuernos en China y Vietnam.

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En 2013 se cazaron más rinocerontes que en ningún año anterior: 1.004 ejemplares cayeron víctimas de la fiebre por sus cuernos.Imagen: CC2.0/USFWS Headquarters

Esto ha hecho sonar las alarmas entre grupos ecologistas. Tras intentar seguir los cauces legislativos para llegar a una solución y erradicar la caza furtiva durante varios años, cada vez son más los que han decidido concentrar sus esfuerzos en reducir la demanda de cuerno de rinoceronte entre los consumidores vietnamitas.

“Los hombres de verdad no lo necesitan”

Para ello, varias campañas de concienciación han lanzado en los últimos meses mensajes para desbaratar los mitos sobre los cuernos de rinoceronte, y hacer ver que su uso no es, desde luego, nada “cool”. “El mensaje es que el consumo de cuerno de rinoceronte está suponiendo una masacre de rinocerontes y amenazando con su extinción, es una acción vergonzosa y antisocial”, dice Knights. “Las campañas tienen por objetivo rebajar el atractivo de estos productos y aumentar el potencial de los países consumidores para combatir el comercio ilegal”, añade.

En una reciente campaña de videos lanzada por WildAid, el cantante vietnamita Quoc Trung habla sobre el prestigio social y el poder que se vincula con la bebida de cuerno de rinoceronte “Los hombres de verdad no necesitan cuerno de rinoceronte para evitar una resaca”, dice en el video.

“Si compra cuerno de rinoceronte, puede que tenga que pagar por mucho más que el cuerno”, dice la estrella de cine de acción Jackie Chan en otro video en referencia al descomedido precio que tanto consumidores como los propios rinocerontes pagan por ello. “Estará pagando por armas, balas, flechas envenenadas, motosierras, hachas y machetes que se usan para despedazar la cara del rinoceronte”, continúa. “Y estará pagando también por la vida de una hermosa criatura”.

Shanghai International Film Festival Jackie Chan
Las celebridades colaboran: el actor de cine Jackie Chan denuncia el consumo de cuerno de rinoceronte en un video.Imagen: AP

La campaña ha contado con la colaboración de docenas de celebridades vietnamitas y también internacionales, como David Beckham z el Príncipe Carlos de Inglaterra. Asimismo, las cadenas de televisión en Vietnam han donado espacio gratis en su programación valorado en millones de dólares para mostrar estos anuncios.

“Cuando la compra acabe, también acabará la matanza”

Tanto TRAFFIC como la organización medioambiental suiza WWF ya publicaron a principios de este año varios posters en restaurantes de alta gama, complejos de apartamentos y aeropuertos de las principales ciudades vietnamitas, como Hanoi y Ho Chi Min. En ellos se ve la imagen de un rinoceronte al que se le ha sustituido el cuerno con pies humanos. “Los cuernos de los rinocerontes están hechos del mismo material que las uñas de los seres humanos”, dice el eslogan en vietnamita. “¿Todavía le apetece?”

La esperanza de muchos grupos ecologistas es que la respuesta sea “no”. ¿Pero puede realmente este tipo de campañas ayudar a que el mensaje cale en la sociedad y reducir la demanda? Peter Knights señala una exitosa campaña contra la sopa de aleta de tiburón en China con el ahora famoso eslogan de WildAid “cuando la compra acabe, acabará también la matanza”.

La campaña alcanzó mucha fama en la pasada década gracias a una coalición de empresarios chinos e internacionales, celebridades y activistas medioambientales. El resultado, según WildAid, ha sido una disminución de la demanda de sopa de aleta de tiburón en China de entre un 50 y un 70 por ciento desde 2011.

Más allá de la demanda

No obstante, los expertos no tardan en recordar que solo reducir la demanda no es la solución. “Para atacar el problema de raíz debemos tratar tanto la demanda de los consumidores como la protección de estos animales en su entorno natural con trabajo de campo”, dice Naomi Doak, activista de TRAFFIC en Vietnam. “Debe ser un esfuerzo que comprenda ambas partes”.

Chinas NBA-Star Yao Ming
Modelos a seguir: el popular exjugador estrella de la NBA Yao Ming concienció con éxito a la sociedad al rechazar públicamente la sopa de aleta de tiburón.Imagen: picture-alliance/dpa

Peter Knights señala que la campaña contra la sopa de aleta de tiburón solo consiguió un progreso real en 2012, cuando el país aprobó una ley contra la importación de aletas de tiburón. Un año después, autoridades chinas prohibieron servir platos hechos con animales salvajes protegidos en banquetes oficiales.

Vietnam debe tomar medidas contra el tráfico y consumo de cuerno de rinoceronte. Su comercio ya es ilegal desde 2006, y su práctica puede conllevar multas y penas de hasta 7 años de cárcel. En 2012, el país firmó un memorándum de entendimiento con Sudáfrica sobre conservación de la biodiversidad.

Pero el problema, según los expertos, sigue siendo la pobre aplicación de la ley. Según la organización medioambiental ENV (Education for Nature Vietnam), con base en Hanoi, nadie ha ido a la cárcel por traficar con cuerno de rinoceronte desde 2010. Naomi Dorak dice que los castigos tienden a limitarse a “una admonición”, la corrupción sigue siendo un reto constante y no se advierte esfuerzo alguno por la aplicación más rigurosa de las penas.

Lamentablemente, esto significa que los rinocerontes que todavía viven en África cada día están más cerca de la extinción.

Autor: Jasper Zimmermann / lab
Editor: Pablo Kummetz