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Bonn se viste de manga

Nuria García Reche27 de julio de 2012

Duendecillos, hadas madrinas y demás personajes del mundo "anime" tienen una cita en la Beethovenhalle de Bonn, en un espectáculo no apto para adultos. La convención manga AnimagiC abre sus puertas como cada año.

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Dos asistentes a la convención manga AnimagiC.
Dos asistentes a la convención manga AnimagiC.Imagen: DW

"Puede que la gente nos considere un tanto raritos, incluso frikis, pero a mi me encanta disfrazarme de mis personajes manga favoritos… Siento que a través de ellos puedo ser otra persona, me contagio de la magia de mi personaje… Soy feliz", apunta Michaela, una de las asistentes a esta nueva edición de AnimagiC, una de las más famosas convenciones manga de Europa que reúne todos los años a más de 12.000 visitantes en la ciudad alemana de Bonn. Michaela es una de las incondicionales de este evento. No se lo pierde por nada del mundo, remarca. De hecho, cada año ahorra para sorprender a sus amigos con su indumentaria y ser la más original de su pandilla. "Uno puede gastarse más de 100 euros en maquillaje, ropa y accesorios", asegura esta alemana de 23 años.

Solo por acercarse a ver el ambiente merece la pena. Como si de estrellas de cine se tratara, los mejor vestidos intentan imitar a la perfección a sus personajes manga favoritos mientras posan ante las cámaras. Y es que estos fanáticos del mundo "anime" despiertan miradas de todo tipo por donde quiera que van. Sus largas melenas y sus coloridas galas no dejan a nadie indiferente. "Este disfraz saca la fantasía y la ilusión que llevo dentro", enfatiza Katharina, mientras ejerce de duendecillo.

Asistentes al festival, hacen cola para entrar al recinto.
Asistentes al festival hacen cola para entrar al recinto.Imagen: DW

"Todos quieren ser Picachu"

Ya en el recinto, la música japonesa inunda el auditorio. Algunos de los asistentes más madrugadores se retocan el peinado y el maquillaje mientras se refrescan ante una cerveza y disfrutan del ambiente. Entre el batiburrillo de personajes que alberga el recinto,  podría decirse con toda seguridad que la serie Pokemon ha marcado un antes y un después en esta generación de jóvenes. De hecho, los disfraces que emulan a los personajes de esta famosa producción japonesa causan furor entre los asistentes. "Todos quieren ser Picachu", comenta Josie, en referencia a esta serie de finales del siglo XX.

Dos participantes en la convención posan ante las cámaras.
Dos participantes en la convención posan ante las cámaras.Imagen: DW

Sin embargo, la pluralidad de temas y motivos mangas sorprende, y mucho, a los curiosos que casualmente pasan por allí. Y es que hay algunos que, rememorando tiempos más antiguos, deciden recrear la archiconocida Bola de Dragón, aquella serie de principios de los 90 en la que un niño llamado "Son Gokū" desafiaba a todos los villanos para convertirse en el hombre más fuerte del mundo; otros, incluso se atreven a retrotraerse más allá y rescatar la ya casi olvidada Guerrero Luna, serie en la que unas niñas de colegio ataviadas con uniformes cortos a lo "lolitas japonesas" unían sus poderes para salvar el mundo de todo mal.

Michaela y Josie, disfrazadas de personajes de la serie Pokemon.
Michaela y Josie, disfrazadas de personajes de la serie Pokemon.Imagen: DW

Y es que dejar atrás la magia que evoca la infancia, cuesta; por el contrario, evadirse de la rutina, del estrés del día a día es tan sencillo y al mismo tiempo, tan tentador, que muchos aprovechan estas convenciones para refugiarse en el mundo "anime", donde todos tienen superpoderes y los buenos triunfan sobre los malos. "A mi me gustaría vestirme así durante la semana, me siento como otra persona, como contagiado por el poder de mi personaje", comenta Rainer.

Pedacitos de cultura japonesa

Sea como sea, este tipo de convenciones son todo un éxito. Y no hace falta ser un fanático del manga para darse cuenta de ello. Bonn está abarrotado de atractivas hadas madrinas, de pelucas llenas de color, de maquillajes llamativos y brillos. Así, durante tres días, jóvenes y no tan jóvenes podrán acceder a un pedacito de la cultura manga japonesa trasladada a la antigua capital germana.

De hecho, los organizadores han creado espacios para ver cine "anime", está previsto que se organicen juegos de rol e incluso un concurso de disfraces en el que el más logrado se granjeará el reconocimiento del Jurado de la convención. Tampoco faltarán los cursos de dibujo manga ni los conciertos de música japonesa.

Dos amantes del manga se pintan las uñas a la entrada del recinto.
Dos amantes del manga se pintan las uñas a la entrada del recinto.Imagen: DW

"Me encanta disfrazarme y disfrutar de ello sin que nadie me mire mal", comenta una de las asistentes. Bienvenidos todos aquellos que deseen divertirse como niños sin dar cuenta al qué dirán.

Autor: Nuria García Reche

Editor: Emilia Rojas Sasse