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Dimite el presidente de la Cámara de los Comunes

19 de mayo de 2009

El presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, es la primera víctima del escándalo provocado por los abusos de los gastos de los diputados, que ha desprestigiado a la clase política británica.

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El presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, anunció su dimisión.Imagen: AP

Se trata del peor escándalo desde hace generaciones que ha sumido a la clase política británica en el desprestigio. Michael Martin, presidente de la Cámara de los Comunes, anunció su dimisión a partir del 21 de junio. Es la primera vez que un líder de la Cámara baja se ve obligado a dimitir en más de 300 años. Los comentaristas británicos aseguran que rodarán todavía otras cabezas.

Los abusos fueron cometidos por los diputados de todos los partidos británicos representados en la Cámara, que presentaban facturas de gastos que nada tenían que ver con su trabajo parlamentario. Así, mandaban renovar sus residencias familiares y chalets de vacaciones, también reparaban a costa de los contribuyentes sus piscinas y canchas de tenis. No faltaron las adquisiciones de artículos de lujo, como costosos aparatos de sonido o un sillón para masajes.

House of Commons Großbritannien
La Cámara de los Comunes, en Westminster, cuando Martin anunció su dimisión.Imagen: AP

Vivir y trabajar en Londres

Considerando que debían vivir y trabajar en Londres, los diputados estaban autorizados a mantener una segunda residencia más allá de la existente en su distrito electoral. Para el pago de intereses de hipotecas o cobertura de facturas de suministro eléctrico, las leyes británicas prevén el reembolso de hasta 24.000 libras esterlinas al año, equivalentes a más de 37.200 dólares. Adicionalmente los miembros de la Cámara de los Comunes perciben ingresos de unos 63.000 libras esterlinas y altos subsidios para el mantenimiento de oficinas y coberturas de gastos de viajes.

A algunos diputados se les reembolsaban los pagos de hipotecas, que se comprobó después que ya habían sido pagadas. Un matrimonio de diputados presentaba gastos por duplicado. Incluso se encontraron notas que cubrían veneno para ratas y comida para perros. La ministra del interior, Jacqui Smithin, cayó en el ojo del huracán, al saberse que entre sus gastos por el uso de Internet, se encontraba la renta de películas pornográficas.

Fue su marido quien al parecer las rentó estando ella ausente. Sin embargo se investiga a Smithin que presentó gastos de renta de vivienda de 125.000 euros, cuando se sabe que estando en Londres vivía con su hermana.

Blick über die Themse in London
Vista del puente de Westminster sobre el río Támesis.Imagen: picture-alliance / dpa

Venta de datos confidenciales

Todo salió a la luz pública cuando un desconocido copió datos confidenciales con los recibos de gastos de todos los diputados de los últimos años y los ofreció a los medios a cambio de 250.000 libras esterlinas. El diario Daily Telegraph fue el único que reaccionó, pero hasta la fecha no se sabe cuánto pagó por el paquete. Desde entonces un equipo de reporteros ha estado evaluando los documentos, armando un culebrón que se ha publicado con entregas diarias, horrorizando a la opinión pública británica.

Los diputados afectados señalaron inicialmente que tan sólo habían seguido las reglas. Pero al volverse el asunto una avalancha, con detalles vergonzosos exhibidos públicamente, comenzaron las disculpas y las dimisiones. El primero en dimitir fue un alto funcionario del ministerio de Justicia. Dos políticos del gobernante partido laborista fueron expulsados de su grupo parlamentario, un diputado conservador dimitió en su función de asesor del líder de la oposición, David Cameron.

Sin embargo la mayor presión recayó sobre los hombros del presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, al que numerosos diputados responsabilizaban del escándalo recriminándole no haber reformado el sistema de pagos a diputados y luego de intentar tapar el escándalo.

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El primer ministro británico, Gordon Brown, en el ojo del huracán.Imagen: AP

Investigaciones de Scotland Yard

En los abusos que apuntan a fraude, como los casos de hipotecas ya pagadas, investiga Scotland Yard. Sin embargo el mayor costo del escándalo ha sido político, y ha afectado al primer ministro Gordon Brown, que parece abrumado por los sucesos y según medios británicos actuó con lentitud a diferencia del líder de los Tories, David Cameron, que inmediatamente pidió cuentas a los políticos implicados y anunció una investigación dentro de su partido.

El escándalo se ha traducido en descrédito ante los votantes. En tiempos de crisis y de globalización, la población británica no ve con buenos ojos la actuación de su clase política y desaprueba su mentalidad de “sírvase usted mismo”. A la luz de los acontecimientos, los pequeños partidos, que no se encuentran representados en la Cámara de los Comunes, son los únicos beneficiados. De cara a las próximas elecciones al Parlamento Europeo el 4 de junio, el partido antieuropeo UKIP, obtendría tantos votos como el Partido Laborista británico de Gordon Brown.

Según las últimas encuestas, también los Verdes y el partido de ultraderecha BNP se han beneficiado. El partido BNP aprovecha la situación exhortando a los votantes a penalizar a los culpables. “Castiga a los cerdos”, se lee en sus pancartas publicitarias.

Autora: Eva Usi

Editor: Enrique López Magallón