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Rumbo a un acuerdo climático global

Sabine Kinkarzt (VC/ERS)19 de mayo de 2015

A finales de 2015 se pretende alcanzar un nuevo acuerdo climático mundial en París. En el Diálogo de Petersberg, en Berlín, expertos de todo el mundo discutieron los contenidos del futuro acuerdo.

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Imagen: Reuters/F. Bensch

35 ministros de todo el mundo acudieron al Diálogo Climático de Petersberg, que se celebró del 18 al 19 de mayo en Berlín, para preparar la próxima conferencia climática de las Naciones Unidas, que tendrá lugar a finales de 2015 en París.

Hoy día, los científicos están de acuerdo sobre cuán real es el peligro del cambio climático. No obstante, nadie puede predecir exactamente cuáles serán sus consecuencias. La ministra alemana de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, está convencida de que el cambio climático va a ser incontrolable para los humanos si no se logra limitar el calentamiento global a dos grados centígrados. “Tenemos que aumentar la velocidad”, dice.

Surgido de un desastre político

La meta para París es pactar entre todos los países un acuerdo amplio, ambicioso y vinculante que entre en vigor en 2020. El ministro francés del Exterior, Laurent Fabius, que dirigirá la cumbre climática en París, subraya esta petición. “Tenemos que entregar resultados”, señala. Sin embargo, es más fácil exigirlo que conseguirlo, puesto que todos los países miembro de las Naciones Unidas tendrán que aceptar el nuevo acuerdo climático. Esta regla hizo fracasar la conferencia climática de Kopenhagen en 2009.

La ministra alemana de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, y el ministro francés del Exterior, Laurent Fabius.
La ministra alemana de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, y el ministro francés del Exterior, Laurent Fabius.Imagen: picture-alliance/dpa/B. Pedersen

De este desastre político surgió el Diálogo Climático de Petersberg. Desde 2010, esta conferencia anual sirve para concretar las posibilidades políticas de las metas propuestas. El Diálogo Climático también es un foro para ejercer presión política. Hasta el verano cada país deberá presentar ambiciosas metas climáticas. Hasta ahora, solo 37 países, entre ellos los países de la Unión Europea, han presentado oficialmente sus planes para el futuro acuerdo global.

Alemania no hace lo suficiente

Ya hoy día, es previsible que los aportes de cada país para reducir las emisiones de dióxido de carbono no serán suficientes para alcanzar la meta de dos grados. Tanto los defensores del medio ambiente como la oposición política en Alemania exigen más esfuerzos al Gobierno y que este adopte un papel precursor en materia de política climática. “Alemania, que antes era un país líder en protección ambiental, hoy día no es capaz de probar cómo pretende alcanzar la meta de dos grados”, apunta el exministro de Medio Ambiente Jürgen Trittin. Alemania tendría que ahorrar 70 millones de toneladas de gases de efecto invernadero adicionales al año para cumplir con sus promesas.

Según un estudio de Greenpeace, esto solo sería posible si se cierran las 35 centrales térmicas de cabrón alemanas más viejas. Christoph Bals, de la organización ecologista Germanwatch, exige al Gobierno germano una clara señal a favor de la protección del medio ambiente. A mediados de este siglo, el uso de combustibles fósiles debería terminar, opina.

Existe la esperanza de que el Diálogo Climático de Petersberg desarrolle una cierta fuerza persuasiva. Como meta a largo plazo, tanto la canciller alemana como el presidente francés abogaron por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en por lo menos un 60 por ciento comparado con 2010. Aún no está claro si los países industrializados aportarán, a partir del año 2020, 100 mil millones de dólares anuales para apoyar la protección del medio ambiente en los países más pobres. Hasta ahora estas promesas no tienen carácter vinculante.