Desde un lugar de silencio: obras de David Gericke
En las obras del artista argentino-alemán David Gericke se fusionan la estética latinoamericana y la europea, sostenidas por un trabajo de contemplación en el que la espiritualidad ocupa un lugar clave.
"Después de la eucaristía" (2006)
El artista plástico argentino-alemán David Gericke nació en Mendoza, Argentina, el 17 de marzo de 1965. Desde 1982 hasta 1986 estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de Mendoza, donde se recibió de profesor de Artes Plásticas. Su obra ha sido expuesta en diversas galerías de Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Japón y Australia. Vive y trabaja en Colonia, Alemania, desde 1994.
"El viaje de los siete demonios" (2012)
"Una buena técnica jamás va a esconder una falsa estética. La estética no es técnica. La estética es percepción y es sensibilidad, y es atención continua. Y como es atención continua no es estática, se transforma, se transmuta continuamente", señala David Gericke.
"Thakhi Katari: El sendero de la serpiente" (2013)
“El 'hacer' parte de un hecho de atención pura. El verdadero y honesto y serio hacer no parte del intelecto, no parte de la cabeza, no parte de conceptos, no parte de ninguno de esos lados. Parte de un lugar fresco, espontáneo y natural: la atención silenciosa. En eso hay una gran inofensividad”: ésta es una de las premisas más importantes del artista plástico David Gericke.
''El Buscahuellas''
El universo del artista argentino-alemán David Gericke es un espacio creativo multidimensional en el que conviven la pintura, la escultura y la música. Sus obras van desde lo abstracto hasta lo figurativo, desde lo onírico y contemplativo hasta lo inquietante: "El Buscahuellas", por ejemplo, parece llegar desde un planeta devastado.
"Expansión del sonido creador" (2005)
En cuanto al desarrollo de sus obras, Gericke dice: "Yo solamente estoy en un estado de atención, junto mis cositas, mis materiales, mis colores, o lo que tenga, y lo pongo 'a disposición de'. Allí es donde comienza la magia de la materia ordenada sensiblemente. Yo no manejo eso. La segunda parte es la que aporta el que mira, y así se cierra el círculo de la percepción. Eso es todo".
"Habemus Papam" (2010)
"El ejercicio de la conciencia del arte es captar de la nada, digerir esa captación y volverla a mandar hacia la nada. En ese proceso sucede, algunas veces, la obra de arte", explica el artista plástico David Gericke.
"Estudio 3 de un autorretrato de Rembrandt" (2004)
En cuanto a la influencia que puede tener el hecho de haber nacido y crecido en Argentina, David Gericke dice que "las influencias son la coloración de la intención y del hacer. Pero a toda esa información se le tiene que dar una identidad propia. Y a partir de esa identidad propia surge el sonido propio, la imagen propia, el movimiento propio, el ritmo propio, la estética individual".
"Para aprender el arte del olvido" (2009)
Según David Gericke, en el hecho estético "lo más importante es la atención, todo parte de la atención. Y para estar atento a ese algo hay que hacer silencio. Si no hay silencio, no hay atención. Hay monólogo, diálogo o coloquio, pero no atención". Este cuadro pertenece a la serie "Arte neosacral".
"Signos mayas en lila" (2001)
David Gericke trabaja con lienzo, con papel, piedra y barro, con óleo, pigmentos naturales y láminas de oro, pasando de lo abstracto a lo figurativo. En sus obras hay claras huellas de lo onírico, y muchas de ellas parecen provenir de un lugar mítico.
"Artista de circo" (2012)
El artista plástico David Gericke rehúye las definiciones sobre su arte: "Yo me planteo las cuestiones desde un punto de vista de que yo no soy nada, y que lo que estoy haciendo tampoco es nada, porque viene de la nada y va a terminar en la nada en algún momento. Entonces, toda propuesta de definición de lo que yo soy o tendría que ser limita, restringe y discrimina, por ende, reduce el espacio".
"El hechicero" (2010)
Las figuras escultóricas de David Gericke son personajes míticos, hechiceros, chamanes, hierofantes, ángeles caídos y personajes itinerantes. Señala que "lo que produce un profundo regocijo en el individuo: el descubrirse a sí mismo como observador incondicional de algo, y ahí es donde se produce el vínculo afectivo con ese trozo de tela, de papel o de piedra".
"Animal arcaico" (2013)
Las raíces latinoamericanas se fusionan con las europeas en la obra del pintor y escultor David Gericke. Emplea capas de diferentes grosores y texturas, con estructuras de relieves y grietas que invitan casi a una experiencia táctil, un indicio del escultor en el pintor.
"Cada gota de agua en la clepsidra" (2006)
David Gericke es un artista versátil que maneja la abstracción y se mueve con soltura en lo figurativo, como se ve en esta obra, que forma parte de la serie "Los mensajeros caídos".
"La ruptura de las aguas" (2000)
Muchos de los paisajes abstractos de los cuadros de David Gericke ofrecen una gran amplitud, espacios que evocan la Patagonia argentina, donde vivió de niño. Se define así: "Yo soy el que observa, de momento. Si tengo suerte, llegaré a ser lo observado. Así me puedo definir".<br>Autora: Cristina Papaleo<br>Editor: Diego Zúñiga