1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Debería Europa abrir sus fronteras a los refugiados?

Manuela Kasper-Claridge, desde Davos (SZ/ER)23 de enero de 2015

Un panel internacional debatió en Davos sobre las oportunidades y los riesgos de la inmigración en Europa. Manuela Kasper-Claridge informa desde Davos.

https://p.dw.com/p/1EPfZ
Imagen: Reuters/H. Khatib

Largas filas se formaron en la entrada de la “Escuela Alpina Suiza” en Davos. Los invitados en el podio eran de primer nivel, incluyendo a la presidenta suiza, Simonetta Sommaruga, el Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, y al ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziere.

En el Foro Económico Mundial solamente pueden participar personas acreditadas, pero el “Foro Abierto de Davos 2015”, el cual se desarrolla simultáneamente, es para todos. Los suizos aprovecharon esta oportunidad para ver a los líderes políticos que visitan sus tierras alpinas. El auditórium estaba lleno. Entre el público había muchos jóvenes, y el debate fue transmitido por la televisión suiza y moderado por el director general de Deutsche Welle (DW), Peter Limbourg.

“Fronteras abiertas – ¿inevitable o innecesario?” fue la pregunta central del debate del frío jueves por la noche, un tema que les preocupa a varios.

Panel debate el problema de los refugiados en Davos.
Panel debate el problema de los refugiados en Davos.Imagen: DW/M. Kasper-Claridge

Cifras dramáticas

Las cifras presentadas al comienzo del debate por el Alto Comisario de la ONU para los Refugiados son dramáticas. Hay más de 50 millones de refugiados a nivel mundial, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial. “En 2013, cada día 32.000 personas se vieron obligadas a dejar sus casas por conflictos armados”, subrayó Guterres.

Limbourg planteó la pregunta: ¿debería Europa abrir sus fronteras y acoger más refugiados? La respuesta de Sommaruga fue un contundente “sí”, porque “las fronteras tienen que estar abiertas”. Sin embargo, aclaró que “por supuesto la seguridad de las fronteras tiene que estar garantizada, y los refugiados deben ser distribuidos de manera equitativa.”

¿Pobreza o persecución?

En la actualidad, seis países europeos están albergando a la mayoría de los refugiados, entre ellos Alemania, Suiza, Suecia y Austria. Según el ministro alemán, la mayoría son emigrantes económicos, personas que buscan una mejor vida en un país rico. “La pobreza no es razón para dar asilo”, indicó. “Esto tiene que ser claro para todos.”

Más de 94.000 solicitudes de asilo se presentaron en Alemania entre enero y julio de 2014, y se estima que fueron más de 200.000 en todo el año – la cifra más alta en varios años. De Maiziere insistió en que el Gobierno alemán debe otorgar todo tipo de ayuda a los refugiados de países en conflicto como Siria.

Situación difícil en países vecinos

Guterres señaló la difícil situación que atraviesan los países vecinos de zonas en conflicto. Turquía ha aceptado a casi 2 millones de refugiados sirios. Su número también aumenta rápidamente en Jordania y Líbano y estos países sienten que la comunidad internacional los ha abandonado.

La presidenta suiza describió su conmoción durante las visitas a campos de refugiados en Jordania y Líbano. Describió la situación higiénica como dramática. Por esta razón, señaló que Suiza está ayudando a mejorar la infraestructura. “Tenemos que ayudar a los países que se ven afectados directamente”, resaltó Sommaruga. Y subrayó que “no es cierto que la mayoría de los refugiados quieran venir a Europa.”

Prejuicios

La población suiza, comentó la presidenta, tiene prejuicios contra la cantidad creciente de refugiados y solicitantes de asilo, por lo cual procesos han sido modificados y acelerados.

Presidenta suiza, Simonetta Sommaruga, dice que no es cierto que la mayoría de los refugiados quiera venir a Europa.
Presidenta suiza, Simonetta Sommaruga, dice que no es cierto que la mayoría de los refugiados quiera venir a Europa.Imagen: Reuters

El verano pasado, Sommaruga invitó a Zúrich a ministros europeos de Interior para que conocieran este proceso acelerado. El objetivo era garantizar que nadie tendría que esperar más de tres meses una decisión sobre su solicitud de asilo: las personas que provienen de zonas conflictivas deberían ser aceptadas en cuestión de días, mientras que las otras ser rechazadas igual de rápido.