¿Debate o provocación deliberada?

“Los comentarios deben polarizar, ser subjetivos, y a veces, doler”, escribió hace unas semanas en un periódico austríaco el autor de la columna más célebre de estos días. Al parecer, Nicolaus Fest logró su objetivo con un escrito marcado por la islamofobia y publicado el pasado fin de semana en el tabloide Bild am Sonntag.

No solo en las redes sociales como Twitter y Facebook cundieron manifestaciones de repudio pr parte de los lectores. También la clase política alemana se vio en la necesidad de intervenir en la discusión.

Las palabras de Fest ocuparn además sitios preponderantes en la prensa del mundo árabe, alcanzando el estatus de más leído en por lo menos uno de los grandes portales de internet. Pero, ¿qué fue lo que sucedió?

¿Racismo de importación?

La columna juzga de manera generalizada al islam, al cual califica como “obstáculo para la integración”. Fest se califica a sí mismo como un “ateo que ve con simpatía a la religión”. Éste, según él mismo, no tiene problema ni con judíos, ni con católicos, ni con budistas. Pero sí con el islam.

Fest sostiene que los jóvenes musulmanes en Alemania son desproporcionadamente proclives a caer en la criminalidad. También manifiesta su molestia por al maltrato que el islam otorga a las mujeres y los homosexuales.

¿Es la religión un obstáculo para la integración? El autor supone que en el caso del islam, la respuesta es afirmativa. Su conclusión: “No necesito un racismo de importación. Y tampoco necesito el resto de los aspectos que el islam representa”.

Reacción masiva

Las primeras reacciones se dieron en el mismo periódico. Kai Diekmann, editor en jefe del Bild Zeitung, escribió una réplica en la que se manifiesta a favor de combatir el islamismo radical, sin difamar al islam: “En este periódico no hay lugar para un rechazo generalizado a ninguna religión”.

Además, el rotativo publicó un comentario escrito por el diputado de origen turco Özcan Mutlu, del partido Los Verdes, quien calificó a las críticas de Fest como ejemplos de “racismo puro”.

La editora en jefe de la edición dominical del Bild, Marion Horn, en un principio defendió la columna de Fest: “Él está contra la intolerancia”, dijo en su canal de Twitter. Luego se disculpó “por la impresión que el escrito causó”.

El periodista Stefan Niggemeier se mostró sorprendido por esta reacción, y por el hecho de que la disculpa no se refiriera al escrito mismo, sino a una presunta impresión”.

El diputado Volker Beck, de Los Verdes, demanda que el autor pida disculpas a toda la comunidad musulmana en Alemania. Como “pura basura” fue calificado el comentario de Fest por parte del político socialdemócrata Jonas Westphal. Niema Movassat, de La Izquierda, mostró conmoción por la instigación al racismo.

Mientras tato, al autor parece impresionarle poco por las críticas generalizadas e incluso se manifestó complacido por la lluvia de críticas.

Alemana vive un nuevo debate sobre el antisemitismo, y ahora, una controversia sobre la integración de los musulmans en Alemania. Curiosamente, ambos fueron impulsados por el mismo periódico. Hace unos dias, el tabloide publicó el llamado de personalidades alemanas contra el antisemitismo. La iniciativa fue recibida positivamente. Apenas dos días más tarde, el Bild Zeitung publicó el controvertido cometario contra el islam, y con ello volvió a desatar muchas preguntas. Por ejemplo, en cuanto a si se trató de una provocación deliberada.