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Canadá, un proyecto multicultural en peligro

Michael Knigge (JAG/ER)23 de octubre de 2014

El atentado terrorista de Ottawa no solo traumatizó al país, sino que también podría influir en una sociedad multicultural. La cuestión de Canadá también sería aplicable a Europa.

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Imagen: L.Hagberg/AFP/Getty Images

Fue un doble golpe para Canadá. Seguramente hubo intentos de atentados en los últimos años, pero las fuerzas de seguridad canadienses consiguieron detenerlos. Hasta esta vez. Dos atentados supuestamente inspirados en el terrorismo islámico convirtieron Canadá en un campo de batalla del terrorismo global.

Sin embargo, el mayor trauma para los canadienses fue probablemente que el segundo ataque no fuese en Montreal, sino en la tranquila capital, Ottawa. "Si hubiese sucedido en Montreal la impresión no sería tan grande“, apunta Úrsula Lehmkuhl, profesora de Historia Internacional en la Universidad de Tréveris. “En Montreal siempre pasa algo pero en una ciudad tan tranquila como Ottawa fue un trauma para la nación”, continúa Lehmkuhl, presidenta de la Sociedad de Estudios Canadienses.

Más vigilancia

La reacción del Gobierno fue clara y rápida. El primer ministro conservador Stephen Harper anunció que el país no se iba a dejar intimidar en la lucha contra el terrorismo. Neil MacFarlane, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Oxford y originario de Canadá, cree que las consecuencias políticas del atentado no tardarán en llegar: “Habrá una mayor vigilancia y los grupos organizados en torno al Estado Islámico o Al Qaeda lo tendrán mucho más difícil”.

Duelo en Ottawa.
Duelo en Ottawa.Imagen: picture-alliance/AP Photo/The Canadian Press, Aaron Lynett

La prevista ampliación de los controles y la vigilancia de los posibles terroristas son comprensibles después de los atentados y el compromiso del país en la lucha contra el Estado Islámico en Irak. Sin embargo, no está exenta de riesgos. Según MacFarlane, la sociedad canadiense, tradicionalmente considerada multicultural, cambió bajo el mandato de Harper. “Tiene que ver con la política de Harper y el retroceso en cuanto a multiculturalidad y diversidad respecto al Gobierno anterior. En una ocasión, incluso lo califiqué como un `blanqueamiento de Canadá´, aclara Lehmkuhl.

Al contrario que con el Gobierno anterior, que tras los atentados del once de septiembre instituyó los debates con los diferentes grupos étnicos y religiosos, esta tendencia podría incluso acentuarse. Harper no hará nada en ese sentido, opina Lehmkuhl. Según MacFarlane, hasta ahora muchos musulmanes vivían tranquilamente en Canadá: “El peligro es que ahora la gente se preocupe y se dificulte el mantenimiento y la construcción de nuestro proyecto multicultural”.

Rechazo al Islam

Según las estadísticas, el Islam es la religión que más creció en el país en los años pasados y la proporción de musulmanes es del 3,2%. Al mismo tiempo, cada vez más canadienses rechazan esa religión y, según un estudio, la actitud de los ciudadanos contra el Islam empeoró dramáticamente en los últimos cuatro años: Más de la mitad de los canadienses tiene una opinión negativa del Islam y en Quebec esa cota llega incluso al 69%. “Es posiblemente un indicio de lo que se verá en el resto del territorio canadiense”, opina Lehmkuhl.

Sin embargo, los atentados de Canadá también podrían ser un indicio para Europa. “El problema del terrorismo organizado y sus imitaciones es cada vez más serio debido a la situación en Irak y Siria”, aclara MacFarlane. Por eso, la Europa multicultural tendrá que plantearse una pregunta que todavía no se ha hecho explícitamente.