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Afganistán: ¿cambio de estrategia en la violencia talibán?

Nabila Karimi-Alokozai / Florian Weigan (MS)19 de enero de 2014

El ataque a un restaurante de Kabul lleno de civiles extranjeros que pertenecían a diversas organizaciones internacionales, suscita la cuestión sobre si los objetivos de los talibanes en Afganistán han cambiado.

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Imagen: picture-alliance/AP

Se debieron de vivir escenas dramáticas en el restaurante: los comensales protegiéndose bajo las mesas mientras un comando terrorista abría fuego indiscrimado en el interior del local. Según informaciones facilitadas por las agencias, el propio dueño trató de defenderse de los atacantes. Fue en vano: también él está entre las más de 20 víctimas mortales del ataque, junto con miembros de diversas organizaciones internacionales.

Transcurría la hora punta de la cena, el viernes hacia las 19 horas, cuando uno de los tres talibanes hizo detonar su chaleco explosivo, abriendo una brecha en el local, que contaba con fuertes medidas de seguridad. Ni los muros a prueba de explosiones ni los guardias de seguridad armados pudieron hacer nada para detener el ataque. Los otros dos terroristas murieron después en un tiroteo que tuvo lugar con las fuerzas de seguridad en el propio lugar.

Extranjeros y afganos entre las víctimas

El atentado en la conocida "Taberna del Líbano", situada en el noble barrio de Wazir Akbar Khan, en Kabul, es uno de los más sangrientos en lo que llevamos de año. En abril, Afganistán elegirá nuevo presidente, y las tropas internacionales se irán retirando hasta final de año. Solo permanecerá una pequeña parte, aunque el presidente Hamid Karzai no se ha decidido aún a firmar el acuerdo de seguridad con Estados Unidos.



En este contexto, la intención de los talibanes podría ser la de poner en la mira a víctimas civiles, con el fin de expulsar no solo a las fuerzas militares, sino también a toda la comunidad internacional. "Por muy terrible que haya sido el suceso, yo no veo un cambio de estrategia talibán", dice Thomas Rutting, codirector de la Red de Analistas Afganos. Otros ataques similares tuvieron lugar "hasta en quince ocasiones en los últimos ocho años", continúa Rutting. El peor de ellos ocurrió en el lago Qargha, un popular destino turístico de fin de semana. Allí murieron más de 20 personas, todos ellos afganos.

Extensas medidas de seguridad

Los talibanes, que no suelen perder la oportunidad para exhibir su sangrienta retórica, tampoco han anunciado un cambio de estrategia. Uno de sus portavoces señaló que el ataque fue una represalia por el ataque aéreo de la OTAN en la provincia de Parwan, a pocos kilómetros al norte de Kabul. Según un asistente del presidente afgano, siete niños y una mujer murieron en aquel ataque de la coalición internacional.

"Hay que valorar la situación con cautela", dice a Deutsche Welle Nils Wörmer, director de la Fundación Konrad Adenauer de Kabul. "Pero me parece un poco pronto para hablar de un cambio de estrategia en la violencia talibán". Su oficina se encuentra a unos pocos cientos de metros del restaurante donde tuvo lugar el ataque del viernes. Wörmer escuchó claramente la primera detonación, que hizo temblar los cristales de su despacho. "Enseguida tuve claro que algo estaba pasando", recuerda. Pero el Instituto Konrad Adenauer estaba preparado.

"La semana anterior nos habían llegado algunas advertencias relativamente concretas sobre algo que iba a suceder en el barrio, así que tuvimos mucho cuidado", dice. Su propio despacho cuenta con fuertes medidas de seguridad. Como muchas otras instituciones internacionales, la Fundación está integrada en una red de seguridad. "Tomamos muchas precauciones", dice Wörmer. "Eso no excluye la posibilidad de que algo similar pueda ocurrir de nuevo", dice, aunque "las fuerzas afganas han prevenido con éxito varios ataques en los últimos meses".

Kabul critica a los talibanes

El corresponsal de Deutsche Welle Hussein Sirat hizo una pequeña encuesta entre los ciudadanos de Kabul, que demuestra que los talibanes no conquistan precisamente la simpatía de los afganos con estas acciones. Mirwais, un transeúnte que pasea por el centro de la ciudad, dice: "Dondequiera que los talibanes han matado civiles, no han logrado sus objetivos". Idris, otro habitante de Kabul, está de acuerdo: "Los talibanes intimidan a la gente para que no se firme el acuerdo de seguridad. Pero no acaban de doblegar a nadie."

Está por verse cómo reaccionarán las diversas organizaciones internacionales ante la tensa situación que se vive en la ciudad afgana. Eso vendrá tras la celebración de conversaciones, análisis y reuniones. Nils Wörmer, por su parte, no piensa abandonar: "Tenemos aquí proyectos a largo plazo y una agenda muy definida", asegura. "Como antes, sigo teniendo la opinión de que el trabajo al frente de la Fundación Konrad Adenauer merece la pena a pesar de los riesgos", concluye.

Está previsto que las tropas internacionales hayan abandonado Afganistán a finales de 2014.
Está previsto que las tropas internacionales hayan abandonado Afganistán a finales de 2014.Imagen: picture-alliance/dpa
Manifestantes en Kabul exigen a Karzai la firma del acuerdo de seguridad con Estados Unidos.
Manifestantes en Kabul exigen a Karzai la firma del acuerdo de seguridad con Estados Unidos.Imagen: DW/H. Sirat