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Cambio de liderazgo en la cúpula china

Matthias von Hein/ eu8 de noviembre de 2012

Este 8 de noviembre se reúnen en Pekín 2.200 delegados en el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino, que elegirá un nuevo liderazgo. La ingeniería en el traspaso de poder está signada por casos de corrupción.

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Imagen: Reuters

Cuando los 80 millones de miembros de la mayor organización política del mundo celebran su congreso, eso ya es de por sí todo un acontecimiento. Pero lo es más aún si solo se celebra cada cinco años. La relevancia política mundial del XVIII Congreso tiene que ver con su vínculo con el Estado chino y con el hecho de que se ha “apropiado” de la segunda economía global, y que bajo su mando se encuentra el mayor ejército del mundo equipado con armas nucleares y misiles intercontinentales. Pero lo más importante es que elegirá a una nueva cúpula del partido y del Estado.

Los cambios de liderazgo en sistemas autoritarios son una maniobra política difícil. Los comunistas chinos intentaron pacificar un proceso a menudo violento y caótico. Es lo que se conoce como “liderazgo colectivo”. No se trata más de que grandes figuras políticas como Mao Zedong o Deng Xiaoping ocupen el liderazgo del Estado, sino que lo haga un equipo de tecnócratas, que es conformado por los miembros de la Comisión Permanente del Politburó.

El centro del poder de China está integrado actualmente por nueve personas, que son cambiadas cada diez años, según estrictas normas que limitan la edad de sus integrantes. En el último Congreso del Partido en el 2007 se estableció que serían elegidos al Comité Central aquellos políticos nacidos después de 1940. En el XVIII Congreso serán cambiados siete de los nueve puestos.

Parteitag China Kommunistische Partei
XVIII Congreso del Partido Comunista Chino.Imagen: Reuters

Estatutos del Partido Comunista Chino

En teoría, los estatutos del partido prevén un proceso que parte de las bases para elegir la cúpula. Los más de 2.200 delegados del Congreso del Partido seleccionan a unas 350 personas para integrar el Comité Central, que a su vez elige entre sus filas a 25 figuras para ocupar el Politburó. De ahí emergen nueve políticos que integran el Comité Permanente, de donde será electo el Secretario General del Partido. Con ello tanto el poder del Estado y del Partido se encuentran unidos. De manera que el Secretario General es también el Presidente o jefe de Estado.  El Primer Ministro y el presidente del Parlamento son puestos que automáticamente se encuentran en el Comité Permanente.

Sin embargo el proceso de selección tiene lugar a la inversa. Los líderes del partido eligen a los miembros del Comité Central, lo que se somete a aprobación del Congreso. Quién es miembro de la Comisión Permanente es algo que se negocia con mucha antelación en el núcleo del poder mismo. Las fuerzas de mayor poder en las negociaciones son políticos  jubilados y antiguos miembros del Politburó, que mueven los hilos del poder desde un segundo plano, como el antiguo jefe de Estado y del partido, Jiang Zemin, pero también el antiguo Primer Ministro Wen Jiabao, fueron electos directamente por el arquitecto de las reformas Deng Xiaoping, fallecido en 1997.

Un importante lugar en donde las distintas fracciones dentro del Partido Comunista Chino miden sus fuerzas es el balneario de Beidaihe, en el Mar Chino Oriental. Durante el verano pasado tuvo lugar un acalorado debate a puerta cerrada sobre la futura conformación del Politburó. La expulsión del Partido Comunista del ex secretario en la ciudad de Chonging y miembro del exclusivo Comité Permanente del Politburó, Bo Xilai, acusado de corrupción, se ha convertido en la mayor crisis política desde la matanza de Tiananmen.  Son muchos los que ven su caída en desgracia como una maniobra para deshacerse de un poderoso rival político de Xi Jinping.

Autor: Matthias von Hein/ eu

Edición: Cristina Papaleo