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Berlinale: "un sueño imposible de alcanzar"

Mirra Banchón17 de febrero de 2009

Claudia Llosa, la directora de la producción hispano-peruana que se hizo acreedora al Oso de Oro de la Berlinale conversó con DW-WORLD a su regreso a Barcelona.

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Claudia LLosa, el 14. de febrero en la BerlinaleImagen: AP

Aún no se sabe cuándo llegará La Teta asustada, la película ganadora del Oso de Oro de Berlín, a las salas de cine alemanas: la joven indígena Fausta quiere superar el trauma que en su madre dejó la época del terrorismo. Y mientras van apareciendo las críticas para todos los gustos acerca de la cinta que llama la atención por la visión poética de un lejano y violento Perú, su directora confiesa seguir “anonadada, contenta, orgullosa, desbordada”. DW-WORLD conversó con Claudia Llosa.

Claudia Llosa mit Schauspielerinnen auf der Berlinale
La directora al centro con sus actrices Magaly Solier (izq) y Pilar GuerreroImagen: AP

¿Cuál ha sido el camino que la llevó hasta la Berlinale?

Fue un proceso muy largo. Primero presentamos la película a las personas del comité en España, hemos ido pasando por diferentes comités de selección, hasta que llegó al comité oficial del Festival. Nos dijeron que les había encantado la película y que se la querían quedar, pero que no sabían en qué sección. Cuando el 15 de enero nos dijeron que era para la sección oficial… ése era el gran premio profesional de mi vida. Después vino el FIPRESCI (el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica) y ahora no tengo palabras realmente.

¿Qué representaba para usted la Berlinale antes y qué significa ahora?

Era un sueño casi imposible de alcanzar, es uno de los festivales más prestigiosos del mundo. Estar con todos los directores a los que admiro muchísimo ya me hacía sentir privilegiada. Ahora la Berlinale sigue significando lo mismo, un lugar maravilloso para conectar con otras culturas, un punto de encuentro que permite todo tipo de intercambios, participar en el festival de Berlín siempre será una cosa muy grande.

Usted conoce bien el festival, ¿cómo calificaría esta edición?

Yo la puedo calificar de una manera muy íntima, muy personal. No he podido vivir el festival como las demás personas, casi no he visto ninguna película, he estado trabajando en el protocolo y en el trabajo de prensa que el festival requiere y no he podido vivirlo como un espectador normal, por eso no puedo hablar en esos términos. Pero la manera como me ha acogido, como he vivido Berlín en sí misma, con gente lindísima, todo el mundo hablando en castellano, todo el mundo intentando acercarse a mi cultura. Se nota esa capacidad de conectar con el otro…

¿Qué significa para usted Perú, país al que ha dedicado su premio? ¿Cree que seguirá siendo la fuente de su cine y de sus imágenes?

Perú siempre será la fuente que me nutre. Hay tanto que hablar y que decir a nivel cinematográfico. Siento que es un campo en el que se puede cosechar muchísimo. Y sí, espero seguir retratando mi cultura y contar más historias… aunque no tengo idea de lo que vaya a pasar después de aquí, sólo espero seguir dando lo mejor de mí.

Si en un extremo ubicamos la ficción y en el otro la realidad, en una escala, ¿en dónde situaría usted la película que la hizo acreedora al Oso de Oro?

En la ficción. Es un retrato que se inspira en la realidad, pero en el momento en que le pones delante una cámara, esa realidad ya se convierte en otra cosa. Y es absolutamente ficción, no se puede retratar tan claramente. Intenta conectar con una realidad que sufrió tanta gente de mi país… pero desde el momento en que colocas una cámara delante esa realidad se ha convertido en ficción.

“Con Magaly, las víctimas del terror y la violencia reciben un rostro”, dice la crítica del Handelsblatt. ¿Qué rostro reciben esas víctimas en su película?

Reciben la posibilidad de darse cuenta de que pueden alzar su voz, de que existen caminos hacia la libertad, hacia el perdón y la autoestima. Creo que la película demuestra que sea como sea uno puede curarse. La manera de hacerlo talvez es enfrentando la herida pero a la vez mirando hacia el futuro.

Berlinale 2009: Verleihung der Bären Claudia Llosa mit Jose Maria Morales und Antonio Chavarrias
Con sus productores, José María Morales (izq) y Antonio ChavarríasImagen: picture-alliance/ dpa

De “un planteamiento honesto” la califican en la crítica que publicaba el diario El País al día siguiente de la entrega de los premios…

Es lo que intento. Para mí esa película ha sido un proceso muy largo, tres años y medio he trabajado en ella y he pasado por muchos estados, más conscientes unos, más intuitivos otros… En todos ellos intento ser consecuente con lo que pretendo decir y trato conectar con mi película -de la manera más natural y sencilla, desde lo más íntimo. Intento ser lo más honesta que puedo, seguir mis instintos y lo que me pide el cuerpo...

Y si me permite la pregunta, ¿qué le pide el cuerpo ahora?

El cuerpo me pide digerir toda esta maravilla que es tan grande, que se me ha hecho una especie de cosa gigante alrededor mío. Ahora necesito esperar que el agua retroceda, y ver qué me ha dejado este mar de emociones sobre la arena, qué conchitas me ha dejado. Ahora realmente todavía estoy nadando y necesito que el mar se retire…

Entonces, ¡le deseamos buena mar!