Ataques a la libertad sindical
21 de octubre de 2003
Según un estudio de la Asociación Internacional de Sindicatos Libres, la represión contra movimientos sindicales ha aumentado en el último año. Un total de 213 personas dedicadas a las actividades sindicales fueron asesinadas o desaparecieron sin dejar huella el pasado año, 206 de ellas en países latinoamericanos.
El IFBG informó que en 133 países se practican violaciones a los derechos de los trabajadores. El año pasado casi mil activistas fueron atacados, 2562 detenidos, 89 juzgados y condenados a prisión, 30000 despedidos y cerca de 20000 maltratados.
Latinoamérica, zona conflictiva
En muchos países latinoamericanos, el pueblo sufre la presión que los propietarios de la tierra ejercen sobre los campesinos. El IFBG informó de la muerte de 16 campesinos brasileños asesinados por haber iniciado acciones de resistencia. En México, la Sociedad de Maquiladoras declaró a un periódico, que las empresas asociadas habían ofrecido una lista con los nombres de trabajadores que habían pedido mejoras en las condiciones laborales y subidas del salario, para que estos no optasen a ningún trabajo más en la empresa. A pesar que semejante acción era ilegal, el gobierno mexicano no reaccionó ante esa medida.
Colombia es, con diferencia, el que más violaciones de derechos registra. Las víctimas mortales de la violencia en el ámbito del mundo sindical sumaron 184 y la IBFG registró el mayor número de intentos de asesinato y amenazas de muerte por parte de grupos paramilitares. En 2002, se produjeron 184 muertes, 27 intentos de asesinato, 189 amenazas de muerte, 9 desaparecidos, 27 secuestros y 139 detenciones arbitrarias.
Terror sindical en todo el mundo
También en Asia y en Africa se produjeron muchas violaciones de derechos. Muchas personas, en su mayoría mujeres, están obligadas a trabajar en condiciones extremadamente peligrosas para la salud y con un salario mínimo. En Sudáfrica se produjo un caso en el que una mujer dio a luz a gemelos en el puesto de trabajo. Los niños murieron allí mismo ya que la salida estaba bloqueada y no había posibilidad de conseguir ayuda médica.
En Tailandia se dio también un caso especial. Los trabajadores de la fábrica de ropa, Gina Form, se vieron obligados a firmar documentos en blanco que después se convirtieron en un certificado de conformidad, que obligaba a los trabajadores a aceptar las pésimas condiciones laborales que la empresa ofrecía.
El estudio del IBFG informa sobre todos estos ataques a las actividades sindicales y señala especialmente a Birmania, China, Zimbabwe, Corea del Sur, Brasil o Haití, pero también están incluidos en la lista, Bielorrusia y Estados Unidos. En Estados Unidos no se tolera que los trabajadores tomen iniciativas dentro de un sindicato. En el año pasado, uno de cada 10 trabajadores asociado a un sindicato, fue despedido por estas razones. En Denver (Colorado), los directores de Wal Mart pedían a los trabajadores que tratasen de convencer a sus colegas para que cesasen las acciones sindicales. Por esta razón ,los miembros del los sindicatos se convirtieron en víctimas de ofensas e insultos. También en Australia y Canadá se limitan cada vez más los derechos del trabajador.
En Europa, las zonas problemáticas para los sindicatos son los países del este, entre los que sobresale Bielorrusia, aunque también hubo muchos casos en Rusia, Croacia y Polonia.