1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

“Argentina marcha hacia una severa recesión”

Pablo Kummetz20 de febrero de 2013

Intentando “congelar” los precios por 60 días, el Gobierno argentino quiere detener la inflación, en medio de un panorama económico y social complicado. DW habló sobre el tema con dos expertos.

https://p.dw.com/p/17i15

El Gobierno argentino llegó a un acuerdo “voluntario” con las grandes cadenas de supermercados para congelar los precios al consumidor durante 60 días. Normalmente, los precios se rigen por la oferta y la demanda. En situaciones no monopólicas, cuando la oferta es suficientemente grande, los precios bajan y viceversa. ¿No funcionan en Argentina los mercados?

Para el Dr. Heinz Mewes, editor de la publicación de análisis económico “Lateinamerika Finanzmarkt-Monitor” y ex economista jefe del Dresdner Bank América Latina, en Argentina, la economía de mercado efectivamente no funciona como tal. “El Estado interviene y reglamenta en todos los sectores de la economía. Los precios máximos no fueron sin duda voluntariamente pactados, sino que les fueron impuestos a las empresas”.

El Prof. Dr. Klaus Bodemer, exdirector del Instituto de Estudios Latinoamericanos del German Institut of Global and Area Studies (GIGA), con sede en Hamburgo, dice por su parte que el acuerdo de precios no es más que “un freno de emergencia”. Y agrega que la actual explosión de precios, que “ronda realmente el 25% al 27% anual” y “no un 10 al 11%, como dice el Gobierno”, afecta masivamente a la población, por lo cual “el Gobierno intenta mantener por todos los medios los precios medianamente controlados por razones políticas por lo menos hasta las próximas elecciones legislativas en octubre”.

Argentinien Buenos Aires Streik
Manifestantes bloquean el puente Pueyrredón en Buenos Aires, durante un paro general en reclamo de mejoras salariales, en noviembre de 2012.Imagen: Reuters

“El Gobierno manipula los datos sobre la inflación”

Incluso el Fondo Monetario Internacional advirtió al Gobierno argentino de que debía presentar datos estadísticos más fiables. ¿Quién manipula y por qué?

“No hay duda que el Gobierno manipula los datos sobre precios a través del  Instituto Nacional de Estadística y Censos”, dice Mewes, “y ello incluso desde 2007”.  Con la tasa de inflación baja, el Gobierno ahorra dinero, ya que el país emitió bonos con un rendimiento acoplado a la tasa de inflación, agrega, y “además, con una inflación baja, las cifras sobre crecimiento económico son mantenidas artificialmente altas”.

Para Bodemer también está claro que a corto o mediano plazo, “el Gobierno tendrá que corregir los datos sobre la inflación, ya que estos no son realistas” y pronostica “una explosión de precios en abril”, es decir, cuanto termine el acuerdo con los supermercados.

¿Cómo terminará este proceso? “La frustración, sobre todo en las capas medias, es enorme”, dice

Bodemer, “y ello es explosivo”. Agrega que “la base de poder del actual Gobierno se está desintegrando y la oposición viene sobre todo desde el propio peronismo y últimamente también de importantes sectores sindicales, hasta hace poco aliados del Gobierno”.

¿La próxima bancarrota estatal?

Para Mewes, “Argentina va en camino a una recesión. El proceso puede ser detenido a corto plazo solo si buenas cosechas se transforman en altos ingresos por exportación, aumentan la recaudación de impuestos y así las posibilidades del Gobierno de continuar con su política de gastos expansiva”. De lo contrario, “amenaza a Argentina la próxima bancarrota estatal”.

Una manipulación de la tasa de inflación puede llevar a un descenso de los sueldos reales y así mejorar la competitividad internacional de la Argentina. ¿Puede ser esa una explicación a la actual política de manejo de la inflación?

“Claramente no”, subraya Mewes, “ya que las exigencias de aumentos de sueldos de los sindicatos no se guían por las cifras oficiales de inflación, sino por las reales: el año pasado los sueldos aumentaron en promedio un 25%”.

“La gente intenta refugiarse en el dólar”

También la compra de divisas está estrictamente limitada en la Argentina, tanto para la población en general como para las empresas. ¿Qué consecuencias tiene esa política cambiaria?

El dólar blue en el mercado paralelo cuesta más de un 50% que el oficial. Ello estimula las importaciones al precio del dólar oficial. Para Mewes, “el temor a la inflación y a que los ahorros en pesos pierdan cada vez más valor hace que la gente intente refugiarse en el dólar.” Ello ha hecho aumentar el tipo de cambio del dólar en el mercado negro. “Una fuerte devaluación del peso en este momento haría aumentar masivamente los precios de las importaciones y aceleraría aún más la inflación. Por ello, el Banco Central intenta devaluar el peso lentamente y en pequeños pasos”.

No debe olvidarse, sin embargo, “que el Banco Central está altamente influido por la política, de su autonomía ha quedado muy poco”, acota Bodemer.

¿Qué consecuencias tiene la actual política económica argentina para las inversiones extranjeras? Mewes: “Para poder planificar, los inversionistas necesitan seguridad y un entorno político y económico estable. En vista de las numerosas intervenciones estatales en la economía, Argentina no es hoy una plaza económica atractiva”. También Bodemer ve grandes obstáculos para las inversiones extranjeras: “Las restricciones a las importaciones y la imposibilidad de transferir ganancias al exterior desaniman claramente la inversión”.

Autor: Pablo Kummetz
Editora: Claudia Herrera Pahl