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Alemania y sus opciones

9 de octubre de 2009

La selección alemana de fútbol está en Moscú para definir ante Rusia su clasificación al Mundial Sudáfrica 2010: un triunfo daría certeza, un empate desencadenaría incertidumbre, una derrota ocasionaría problemas.

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Muñecas matroshka en Moscú, antes del partido.Imagen: DW

Alemania es líder del Grupo 4 de Europa con 22 puntos y un promedio de goles de +20, seguido de Rusia con 21 puntos y un promedio de goles de +14; la diferencia de apenas un punto entre los rivales de este sábado ha generado en torno al partido una atmósfera digna de una final que no es: al fin y al cabo aún restaría una jornada en la ronda de clasificación que podría ser la verdaderamente definitiva, dependiendo de lo que ocurra en Moscú.

Las opciones alemanas son, a primera vista, mejores que las rusas, pero al final del partido será el resultado el que determine cuál de los dos países se clasificará directamente para el Mundial Sudáfrica 2010, y cuál, por terminar segundo en el grupo, tendrá que jugar un partido en la relegación. DW-WORLD explica cómo quedarían las cosas para Alemania si:

1 Gana

Una victoria pondrá al seleccionado alemán inmediatamente en el cuadro de honor de los 32 países que participan en Sudáfrica 2010, pues se alcanzarían, independientemente de lo que ocurra en la jornada de cierre del Grupo 4 el próximo miércoles, 25 puntos, mientras Rusia, ganando su último partido, apenas obtendría un máximo de 24 puntos.

El favorito es Alemania y por ello hay confianza en obtener el triunfo que daría certeza, y acabaría de una vez por todas con el nerviosismo que se apodera de la afición y de los jugadores a puertas de concretar la participación en el máximo torneo del fútbol internacional.

“Nosotros vamos a Rusia a ganar, no será fácil pero nosotros somos los lideres del grupo y tenemos esa ventaja de nuestro lado, en Moscú vamos a imponer nuestro juego ofensivo” declaró Philipp Lahm en entrevista con medios de la FIFA.

2 Empata

El panorama ya no estaría tan claro. Alemania, en caso de obtener apenas un punto en Moscú, se vería obligada a esperar hasta la última fecha para celebrar su viaje a Sudáfrica; los alemanes, con este resultado, continuarían de líderes en su grupo y mantendrían la ventaja de un punto sobre Rusia, pero estarían en la obligación de ganar su último partido ante Finlandia, en Hamburgo, pues terminarían segundos en caso de repetir un empate –o de perder-, si los rusos (como se prevé) ganan en Azerbaiyán,

Igualar con Rusia significaría para los alemanes la prolongación de la incertidumbre, y la obligación de ganar ante un difícil rival, que ya estuvo a punto de doblegarlos hace un año en Helsinki, donde el partido terminó 3-3, un resultado que de repetirse no serviría. Además, de Moscú se regresaría con las piernas pesadas, y los músculos doloridos, luego de jugar 90 minutos sobre una exigente superficie de césped artificial, no exactamente las mejores condiciones para cuatro días después, el miércoles, jugarse el todo por el todo.

“Nosotros queremos clasificarnos para el Mundial de una vez, en Moscú mismo, confío en mi equipo y sé que lo vamos a lograr” expresó el entrenador alemán, Joachim Löw.

3 Pierde

Esta es la pesadilla más grande de los alemanes, pese a que las estadísticas están de su lado, pues registran que la selección no ha perdido nunca un partido por la clasificación mundialista en patio ajeno. Los rusos, ganando en casa, asumirían el liderazgo del grupo y dejarían detrás, a dos puntos de distancia, a Alemania; ganando su último partido en Azerbaiyán estarían automáticamente en Sudáfrica 2010, empatando o perdiendo dependerían de lo que pase en Hamburgo, donde Finlandia, con una victoria o igualando, les daría una mano y pondría a los alemanes, definitivamente, en el segundo lugar.

En ese caso Alemania, para hacerse con el tiquete para el Mundial, se vería obligada a jugar dos partidos extras (14 y 18 de noviembre) con uno de los otros 7 mejores segundos de la clasificación en Europa; los rivales no serían fáciles, pueden ser, por ejemplo, Francia (subcampeón del mundo), Croacia, Suecia o Portugal (con la súper estrella Cristiano Ronaldo). El viaje a Sudáfrica se pondría en peligro, y con ello la continuidad de una historia de éxitos: Alemania no ha faltado desde 1954 a ningún Mundial, y sólo, por motivos externos, no ha participado en dos (1930 y 1950).

“Nuestra participación en el Mundial es prácticamente obligatoria, y cuando llega el momento de las decisiones sacamos a relucir nuestras fortalezas” dijo Oliver Bierhoff, manager del seleccionado y quien en el 2001, como jugador, hizo parte del equipo que tuvo que disputar su cupo al Mundial 2002 en dos partidos extras contra Ucrania; el objetivo en aquel entonces se logró y Alemania disputó la final del torneo celebrado en Corea del Sur y Japón.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Pablo Kummetz