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Por Japón, ola de miedo en Alemania

16 de marzo de 2011

La catástrofe del Japón tiene consecuencias en Alemania: el temor crece. Las reacciones van desde hacer acopio de yodo hasta salir a las calles, masivamente, a exigir el cese definitivo de las centrales nucleares.

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"¡Apagar la energía atómica!"Imagen: picture-alliance / dpa

Confuso, incontrolable, atemorizante: la catástrofe en la central nuclear japonesa de Fukushima ha dejado sin respiración al mundo. La preocupación por las posibles consecuencias negativas para la salud humana va en aumento, también en Alemania.

Las farmacias informan de compras precipitadas de medicamentos. A la vez, la oposición a la energía nuclear recobra fuerza. En más de 400 ciudades germanas, miles de personas han salido a las calles a protestar.

El temor al Apocalipsis los une

Cantidades de personas se arremolinan en las estrechas calles de la ciudad de Bonn. Caballeros en trajes elegantes, mujeres de botas altas, estudiantes con rastas, madres con bebés. Muchos de ellos nunca antes habían participado en una manifestación de protesta. ¿Por qué ahora sí?

“La catástrofe nos ha hecho despertar”, dicen unos. “Nos decidimos espontáneamente a participar en la protesta”, dice otro; un tercero opina: “No podemos cerrar los ojos; esto es muy importante”.

Una sensación de Apocalipsis; Alemania está en shock. Las informaciones que llegan desde el Japón producen miedo. Los alemanes han reaccionado con las medidas de seguridad más diversas.

Lufthansa, por ejemplo, no vuela desde el martes a Tokio. A los aviones que llegan se los hace revisar por dentro y por fuera para saber si han atravesado una nube radioactiva y si están contaminados. Según Thomas Jachnow, portavoz de la línea aérea alemana, hasta el momento no se ha encontrado nada.

Yodo y contadores de radioactividad

Symbolbild Atomkraft Radioaktivität Geigerzähler
Un contador GeigerImagen: picture alliance/dpa

No obstante, cada vez más personas se preocupan por la situación y muchas, incluso, han optado por adquirir, por 300 euros, un contador de Geiger, el instrumento que permite medir la radioactividad de un objeto o lugar. Además, las ventas de pastillas de yodo han aumentado en Alemania en un 30 por ciento: el Gobierno japonés habían aconsejado este complemento a su población.

El yodo como complemento alimentario se recomienda para enfermedades de la tiroides. En este caso, se aconseja para que el cuerpo esté saciado de “buen” yodo y no tenga necesidad de hacer acopio de yodo radiactivo. Las pastillas, sin embargo, pueden tener efectos secundarios y sólo deberían ser usadas en casos excepcionales. Como ahora, en Japón.

La clientela de Sanicare, una farmacia por envío, proviene solamente de Alemania y tiene muchos pedidos. “Les aconsejamos utilizarlo sólo cuando las autoridades lo aconsejen; también les decimos que no creemos que vaya a ser necesario en este país”, cuenta Simone Brundiek.

Urge actuar

Anti Atomkraft Demonstrationen vor dem Kanzleramt in Berlin
Frente a la cancillería en Berlín: "¿Energía nuclear? No, gracias" (14.03.2011)Imagen: AP

De todas las maneras de enfrentar el miedo, los especialistas concuerdan, ingerir yodo es la peor. Los manifestantes en las calles, por otro lado, esperan que su acción tenga algún efecto en la política atómica. Para el 26 de marzo se ha convocado una gran manifestación en muchas ciudades alemanas.

“Esperamos que aporte a tomar conciencia y que el Gobierno empiece a apagar centrales nucleares”, dice una manifestante, que espera –como muchos otros- que la catástrofe del Japón lleve a acciones inmediatas.

Autora: Cora Theobalt/ Mirra Banchón
Editor: Enrique López