Alemania: se buscan enfermeros geriátricos

Narges Yelaghi dirige el proyecto “Incorporación a la enfermería geriátrica” (BeA, por sus siglas en alemán), en Offenbach, cerca de la ciudad de Fráncfort. Este proyecto busca despertar el interés de los inmigrantes por una formación en el cuidado de ancianos, y va dirigido a mujeres como Asma Hadhri que a sus 35 años intenta reincorporarse a la vida laboral.

El equipo de Yelaghi asesora a inmigrantes interesadas en la enfermería geriátrica. “Primero hacemos como mínimo dos o tres entrevistas privadas para conocer las cualidades de las mujeres e informarles sobre los requisitos necesarios”, cuenta Yelaghi.

Después de superado el primer obstáculo, las aspirantes generalmente realizan una práctica para hacerse una idea de la profesión. Asma Hadhri, originaria de Túnez, cuenta que los primeros días de la práctica no fueron fáciles: “El primer día no supe ni qué tenía que hacer ni cómo lo tenía que hacer”. Pero con el paso del tiempo la situación mejoró y Hadhri recibió una oferta de un puesto de aprendizaje.

Se necesitarán más de 100.000 enfermeros

Aparte de Hadhri, también otras 18 mujeres han encontrado un puesto de aprendizaje en una institución geriátrica a través del proyecto de Offenbach. Para Yelaghi esto representa un pequeño éxito. La directora de BeA sabe que los puestos de capacitación en ese ámbito son escasos, pese a que la sociedad alemana está envejeciendo y necesita urgentemente personal para el cuidado de sus personas mayores.

En Alemania, cerca de 2,4 millones de personas requieren asistencia geriátrica. Según estimaciones, en el año 2030 esta cifra aumentará a 3,4 millones. Expertos calculan que hasta entonces se necesitarán más de 100.000 enfermeros cualificados adicionales. La Oficina Federal de Estadísticas de Alemania indica que actualmente alrededor de 950.000 personas trabajan en el cuidado de ancianos.

Una profesión con futuro asegurado

No solo en Offenbach se buscan inmigrantes para el trabajo en el sector de salud. A nivel nacional existen varios proyectos piloto de este tipo, por ejemplo, “El futuro de la enfermería es colorido”, un proyecto de la organización humanitaria católica Caritas, en el obispado de Colonia.

Serena Cerra, coordinadora del proyecto en el distrito de Mettmann, cerca de Düsseldorf, explica que se buscan precisamente inmigrantes cualificados en el sector de salud, porque en Alemania viven cada vez más personas mayores con raíces foráneas que requieren asistencia sanitaria a domicilio o en un asilo. Estos ancianos necesitan de un cuidado que responda a sus necesidades culturales, por ejemplo, poder comunicarse en su idioma materno. Cerra admite que esta profesión no es fácil, pero que se trata de “un empleo con futuro asegurado”.

El aprendizaje incluye clases en una escuela de formación profesional. Asma Hadhri deberá aprender todo sobre la anatomía humana en alemán, así como el trato correcto hacia los pacientes. Sin embargo, no solo el aprendizaje del alemán representa un obstáculo. Para muchas mujeres no es fácil combinar la vida laboral y familiar. “Ya durante su formación, las mujeres tienen que empezar a trabajar a las seis de la mañana. ¿Pero cuántas guarderías hay aquí en Offenbach, donde las mujeres puedan dejar a sus niños a las cinco y media o seis de la mañana?”, dice Yelaghi.