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Abuela de Plaza de Mayo y su nieto escenifican su reencuentro

8 de agosto de 2014

Es músico, docente y tiene 36 años. Los mismos que su abuela lleva buscándolo. "Convulsionado" y "feliz", Ignacio Hurban -o Guido Carlotto Montoya- se presentó este viernes (08.08.2014) ante los medios.

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Imagen: picture-alliance/AP

Ignacio Hurban fue su identidad durante el tiempo que permaneció al cuidado de una pareja cerca de la ciudad bonaerense de Olavarría. Guido Carlotto Montoya es el nombre que le correspondía por nacimiento. Finalmente, esta semana supo quién era, tras realizarse los oportunos estudios genéticos. "Soy Ignacio, o Guido, como ella está muy firme con esa decisión", declaró señalando a su abuela, quien lo identifica como Guido, el nombre que había elegido su hija Laura cuando dio a luz en cautiverio.

"Me siento más cómodo, yo estoy acostumbrado a mi nombre, Ignacio, y lo quiero seguir manteniendo, también entiendo que mucha gente me está nombrando desde hace años de esa manera", explicó. "Estoy un poco convulsionado, hace muy poco que me pasó esto, me parece maravilloso y mágico lo que estoy pasando", dijo. Ignacio Hurban se realizó en julio voluntariamente análisis genéticos y los resultados confirmaron que es hijo de Laura Carlotto y Wilmar Oscar Montoya, secuestrados durante la última dictadura (1976-1983), a quien la activista de derechos humanos buscó durante 36 años.

"Muchas emociones juntas"

Ignacio o Guido Carlotto Montoya afirmó que, cuando se enteró de que era el nieto de Estela de Carlotto sintió "muchas emociones juntas". "Dentro de unos meses voy a tener una perspectiva más clara, hoy no se me ocurre, es una alegría enorme, sabía que una respuesta positiva iba a traer mucha alegría a muchas personas. Yo lo estoy disfrutando, pero lo que yo más disfruto es la felicidad de los demás", expresó en la conferencia de prensa que brindó junto a Carlotto y otros familiares en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo en Buenos Aires.

"Esencialmente estoy feliz, muy muy feliz y agradecido", resumió Ignacio, quien reveló que en 2010 comenzó a tener algunas dudas sobre su identidad cuando tocó en unas jornadas de "Músicos por la identidad". "Hay como unos ruidos que tenés en la cabeza y unas maripositas que te dan vueltas, lejos del campo visual. Hay cosas que no las sabés pero las sabés, en mi caso hubo un indicio cierto, en mi caso fue muy rápido", detalló. Señaló que hubo "cosas más intangibles", como su relación con el arte. Su padre, que pertenecía a la agrupación de izquierda peronista armada Montoneros, era músico. "Hay cosas que no se pueden explicar, siempre me preguntaba de dónde venía mi pasión por la música, porque en el medio ambiente que me crié, con una pareja que me crió en el mayor de los amores, no había espacio para la música", explicó.

Estela Carlotto
Estela de Carlotto buscó a su nieto durante más de tres décadas.Imagen: picture-alliance/dpa

"Potenciar la búsqueda" de otros desaparecidos

"Evidentemente hay una memoria genética y una energía que trasvasa todo y dando toda la vuelta yo estoy ahora en el lugar del que quizás nunca me tendría que haber ido. Toda esa vuelta fue enriquecedora, más allá de que a esta señora la he hecho esperar unos añitos, me ha ayudado a crecer y a tomar este momento con mayor disfrute", destacó. "Cuando vi las fotos, soy muy parecido, muy parecido a mi viejo. Fue shockeante", confesó.

Carlotto Montoya recalcó su intención de que su caso sirva "para potenciar la búsqueda (de otros nietos apropiados ilegalmente durante la dictadura) y cerrar heridas". "Tengo la suerte de ser parte de este pequeño proceso de cicatrización. Esto es una pequeña victoria en una gran derrota que nos hemos dejado hacer", señaló. Instó además a otros jóvenes que tengan dudas sobre su identidad a realizarse los estudios genéticos. "El proceso de búsqueda es estrictamente confidencial, salvo esta vez se filtró un poquito. Esto no tendría que haber pasado, yo tendría que haber tenido tiempo para procesarlo", cuestionó. Se sumó así a las críticas de Carlotto a la jueza María Servini de Cubría, que el martes informó a la prensa la identidad del nieto recuperado, violando los protocolos que suele respetar Abuelas de Plaza de Mayo.

Carlotto Montoya aseguró que el reencuentro con su familia de sangre fue emotivo. "Hasta hace dos días y ahora también tuve y tengo una vida extraordinaria y feliz y a esa maravilla se suma ahora esta historia. Voy a entrar en los libros de Historia y es un peso que hay que llevar", sostuvo. Es el nieto número 114 que recupera su identidad en el marco de la búsqueda de las Abuelas de Plaza de Mayo de los menores que fueron apropiados ilegalmente durante la dictadura. Buscan a cerca de 400 nietos más, cuya identidad no pudo aún ser restituida.

Ma (dpa/efe)