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27 millones de esclavos en pleno siglo XXI

23 de agosto de 2004

El tráfico de seres humanos, el trabajo forzado infantil y los matrimonios obligados son variantes modernas de la esclavitud sobre las que llama la atención la ONU, en una jornada dedicada al tema a nivel mundial.

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Niños protestan en la India contra el trabajo forzado que los esclaviza.Imagen: AP

Parece una lucha anacrónica. Pero, desgraciadamente, no lo es. Pese a que la mayoría de los países abolieron la esclavitud hace muchísimo tiempo y a que dicha práctica es condenada internacionalmente, por ejemplo en la Carta de los Derechos Humanos de la ONU, que data de 1948, se estima que actualmente aún viven esclavizados unos 27 millones de personas en el mundo. Razón de más para llamar la atención sobre semejante aberración, este 23 de agosto, con el "Día internacional en recuerdo del tráfico de esclavos y su abolición".

Las variantes del siglo XXI

En Sudán, por ejemplo, los cristianos o animistas del sur todavía suelen ser víctimas de la persecución de cazadores de esclavos procedentes del norte, de población árabe. Pero hay muchas variantes de la esclavitud en el siglo XXI. De acuerdo con cálculos de la UNESCO, aproximadamente 1.200.000 niños y adolescentes caen anualmente en poder de bandas que comercian con seres humanos.

Sklavenhandel in Khartoum, Sudan
Tráfico de esclavos en Jartúm, Sudán.Imagen: AP

Los esclavos de hoy en día realizan trabajos forzados en China o buscan diamantes en Sierra Leona. Los más indefensos son, como siempre, los niños, reclutados para servir de carne de cañón en Uganda u obligados a practicar la prostitución en Filipinas. Las cifras de organismos internacionales indican 245 millones de menores fueron forzados ilegalmente a trabajar en el año 2002.

Extranjeras sometidas en Alemania

Existen otras formas más sutiles, pero no menos crueles y denigrantes. Una de ellas se da también en Alemania, donde hay hombres que buscan esposa en países lejanos, a veces por catálogo. Prácticamente "compran" una mujer para traerla a casa, en territorio germano. En la mayoría de los casos, este tipo de matrimonios no culmina en una relación de amor. Cientos de mujeres terminan sojuzgadas, en un país cuya lengua por lo general no dominan, sometidas a la absoluta dependencia de un marido que a veces las golpea o las encierra.

La organización Solwodi (Solidarity with Women in Distress) dispone de una red de oficinas y hogares en los que brinda asesoría y protección a estas mujeres. La agrupación también les ofrece créditos para que puedan valerse por sí mismas y forjarse una base económica de subsistencia, ya sea en Alemania o en su lugar de origen. Anualmente se ayuda de este modo a cerca de 600 mujeres, procedentes de unos 80 países diferentes. Un grano de arena para la causa de la lucha contra la explotación y la esclavitud, que tiene hoy muchas caras.